Por: Osbel Ramón Díaz Mondeja
Lleva más de 20 años viviendo del aire; pero no de brazos cruzados. Trabaja duro mandarria en mano y haciendo arder la goma, apurando el compresor.
Mario Luís Quincose Ramos es un cabaiguanense que a muchos coterráneos ha sacado del apuro tapando huecos a los neumáticos, no importa si son de bicicletas o tractores.
El ponchero, años atrás se las agenció para crear un molde a fin de empatar gomas de ciclos y así evitaba que muchos medios de transporte dejaran de rodar por falta de cámaras o cauchos.
Su carácter jovial y voluntad por prestar su servicio más allá de la jornada laboral en cualquier día de la semana le ha ganado el elogio colectivo de su pueblo.
Si alguna persona cree que el oficio es para personas brutas, con este diestro reparador de ruedas se equivocan, con él se puede conversar desde el tema político más complicado, hasta de los últimos avances científicos y técnicos.
Mario vive en el barrio de la grúa donde construyó su primera ponchera junto a su suegro «El Curro»; pero hoy presta su esfuerzo como ponchero en la Refinería Sergio Soto donde camiones y rastras conocen de su destreza con las paletas en mano.