Por: Daisy Martín Ciriano (Museóloga)
En estos días próximos a la liberación de Cabaiguán, se recuerda a muchos hombres y mujeres que lucharon y se convirtieron en mártires y a otros que continuaron en la construcción de la obra revolucionaria. Entre estas figuras hay que recordar a Mario García Reyes, militante del Partido Socialista Popular, activo tabaquero desde 1946 y dirigente obrero, combatiente internacionalista, ejemplo de revolucionario.
Mario desplegó una intensa labor desde las filas de PSP durante la lucha sindical al frente del sector tabacalero. Fue junto a Miguel Reyes Castro, Diego León, Genaro Molina y Juan Santander, de los líderes que arengaron a los obreros para plantear sus demandas a los patrones.
Apegado a su oficio, multiplicó esfuerzos para lograr la unidad sindical, alejada toda de la influencia mujalista.
Participó activamente en la huelga azucarera por el diferencial azucarero (1955-1956). En este período fue requerido por un teniente del cuartel para que se marchara de Cabaiguán a lo que se negó.
Muy conocida fue su valiente participación en el desfile del primero de mayo de 1957, cuando los cabaiguanenses realizaron su desfile hasta donde le permitió la guardia rural. Mario valientemente encaró la guardia rural, lo que conllevó a ser uno de los cinco dirigentes que recibieron la amenaza de muerte.
Después de la llegada del Che al Escambray, subió a las lomas, pero posteriormente pasó a desempeñarse dentro de la lucha clandestina en la Capital.
Después del triunfo de la Revolución regresó a la fábrica Bauzá y cumplió la tarea de administrar el autoconsumo para los trabajadores de su fábrica. Años después cumplió misión internacionalista en Angola y a su regreso continuó prestando su servicio a la Patria, hasta su muerte. Por toda su trayectoria la Asamblea Municipal del Poder Popular le distinguió con el reconocimiento de Hijo Ilustre de Cabaiguán.
