Hoy, desde esta página, se recuerda a un combatiente que vivió, desde muy joven, entregado a la lucha por una sociedad mejor. Se cumple este día, el 83 aniversario del natalicio de Mario Ramón Rodríguez Valero
Por: Daisy Martín Ciriano (Licenciada en Historia)
Mario desde muy joven, se incorporó a la lucha clandestina y participó en el aglutinamiento de fuerzas en diferentes organizaciones que se crearon en el territorio. Gran labor desempeñó dentro de las filas de la Juventud Obrera Católica, la organización y participación de huelgas, sabotajes y manifestaciones.
Conoció de cerca la persecución, las celdas en la jefatura batistiana y el dolor de la pérdida de compañeros de lucha. Tras la fundación del Movimiento 26 de Julio en Cabaiguán, se incorporó a la célula de los revolucionarios del Comercio ya que era trabajador de la Tienda La Revoltosa, lugar donde estableció contactos con otros revolucionarios, recaudó víveres y vestuarios para los rebeldes que arribaron al Escambray.
Fue de los hombres que hizo llegar uno de los primeros avituallamientos al lomerío y que colaboró en la recogida de armamentos.
Después de la liberación del poblado colaboró en la limpia del Escambray y en la Campaña de Alfabetización, donde ocupó responsabilidades a nivel de provincia y se incorporó a su destacamento ante el ataque a Girón para participar en la defensa. Después de reorganizado el país colaboró en la construcción del Partido en diferentes zonas del territorio, entre ellas Yaguajay.
Hoy, cuando en este propio mes se conmemoran tres años de su deceso, aún se recuerda entre los cabaiguanenses, por su insistente afán de reconocer a los mártires, de colaborar en las principales tareas de la Revolución, por dar lo que quedaba de su vida por ser útil, como lo fue hasta sus últimos días.