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Mario, hijo ilustre de su pueblo

Hoy 18 de diciembre Mario cumple 93 años y aún se le ve por las calles con su paso lento y su bastón atento. En este día, y desde esta página se recuerda a este querido cabaiguanense

Mario
Mario, o Mayito como se le conoce, narra sus vivencias con extrema lucidez y comenta con compañeros de lucha y con estudiantes sus andares como tabaquero y como combatiente.

Por: Daisy Pilar Martín Ciriano

Mario Rafael Alba Castellón es uno de esos hombres que llegó a Cabaiguán para quedarse. En 1952 se trasladó desde Manicaragua, lugar donde nació el 18 de diciembre de 1930. En su pueblo natal tempranamente aprendió el oficio de tabaquero con solo 14 años.

En este pueblo tenía un amigo llamado Eladio Martínez Alarcón quien procedía de su pueblo, pero estaba asentado en Cabaiguán. Eladio lo motivó para que se incorporara junto a él, en la fábrica de tabacos Galileo, de Oscar León. En esa tabaquería se vinculó con trabajadores de ideales revolucionarios como Modesto Valdés, Genaro Molina, Carlos Cruz, Elio Torres, Mario García y Diego Viera, entre otros. Al constituirse el Movimiento 26 de Julio en Cabaiguán en 1955, se integró en la célula de la fábrica Galileo atendiendo la Sección Obrera de la Organización junto a otros tabaqueros como Pedro Estepa y Samuel Concepción. Desde esta responsabilidad formó parte del grupo de dirigentes obreros cabaiguanenses que firmaron y enviaron carta al director del Noticiero Radio Aeropuerto Nacional, el 21 de junio de 1957,  para que la diera a conocer al pueblo. Este año fue apresado junto a Miguel Reyes y Oscar León, el dueño de Galileo, acusado de colaborador del Movimiento 26 de Julio. Posterior a su libertad se incorporó a la guerrilla del Che y se preparó en la escuela de reclutas en Caballete de Casa.

Integró como soldado el Pelotón Suicida bajo el mando de Roberto Rodríguez, el Vaquerito. Después de la liberación de Cabaiguán participó en los combates de Placetas, Remedios, Caibarién, Loma del Capiro y Santa Clara en general. Luego de concluida la guerra continuó hacia La Habana y se estableció en La Cabaña. Posteriormente fue desmovilizado y regresó a Cabaiguán donde ocupó la responsabilidad de Comisionado del Ayuntamiento en 1960, después de René Dorta Serrano.

Después, a propuesta de Humberto Pérez González, realizó su preparación en la escuela Ñico López, aproximadamente durante 8 meses y una vez concluido el curso fue seleccionado para trabajar en la fábrica de armas de La Campana, en Manicaragua.

Ocupó otras responsabilidades en tareas importantes como Inspector del INRA del 1962 a 1966, posteriormente se incorporó a laborar en Cuba Cítrico como responsable de producción en la provincia Habana, trabajó después como administrador de dos centros en el INDER, desde donde, y a solicitud de Ramiro Valdés, se incorporó al Instituto de Obra Marítima como patrón de barco, hasta 1991 en que se jubiló y permaneció radicado en La Habana.

Desde hace varios años nuevamente reside en Cabaiguán, pueblo que en 2018 le nombró Hijo Ilustre. Hoy, precisamente Mayito, está cumpliendo 93 años y aún se le ve por las calles con su paso lento y su bastón atento. Con extrema lucidez narra sus vivencias y comenta con compañeros de lucha y con estudiantes sus andares como tabaquero y como combatiente. En este día, y desde esta página se recuerda a este querido cabaiguanense.


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