El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador avanza hoy con los preparativos para la consulta popular y el referendo previstos para el 21 de abril, cita para la que convocará a 13 millones 654 mil 291 electores.
De ese total, 429 mil 165 ciudadanos residen en el exterior, precisó el CNE luego de una sesión en la que actualizó el padrón con la información remitida desde el Registro Civil.
En este proceso, cuyo costo será de unos 60 millones de dólares, hay inscritos 204 mil 244 electores más que en las votaciones anteriores, lo que implica un incremento de 537 juntas receptoras del voto.
Los ecuatorianos acudirán a las urnas para votar Sí o No a cada una de las 10 preguntas propuestas por el presidente Daniel Noboa, así como a otra interrogante sobre la participación de las Fuerzas Armadas en acciones contra la inseguridad de forma permanente.
Los cuestionamientos fueron avalados previamente por la Corte Constitucional, según el calendario aprobado, habrá un periodo para realizar campaña a favor o en contra de los temas propuestos.
Las preguntas que conllevarían modificaciones a la Carta Magna están relacionadas con la eliminación de la prohibición de extradición de personas ecuatorianas y la incorporación de judicaturas especializadas en materia constitucional.
También buscan aprobar permisos para arbitraje internacional entre el Estado y reclusos, así como la incorporación de contratos laborales por horas y a plazo fijo.
De igual manera, otras interrogantes buscann reformas a leyes vigentes sobre el control de armas y municiones por parte de las Fuerzas Armadas, tipificación de delitos por tenencia de armas, e incremento de penas para terrorismo o delincuencia organizada.
La propuesta de Noboa de realizar una consulta popular recibió calificativos de errática e innecesaria, pues abarca asuntos que pueden tratarse en el legislativo sin necesidad de realizar el proceso, considerado costoso en las actuales circunstancias de déficit fiscal del país.
Analistas consideran que para el mandatario la consulta busca generar legitimidad a su política de seguridad que, de ser exitosa, podría catapultarlo en sus intenciones de postularse para un nuevo periodo de cuatro años en los comicios de febrero del 2025. (Fuente: Prensa Latina)
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