La inflación preocupa, ocupa, pero sobre todo castiga y disgusta hoy sin piedad a los cubanos, con un incremento desordenado de precios en una escala ya impredecible, donde, por ejemplo, en Sancti Spíritus un cartón de huevos en el mercado informal ya se cotiza a 2 500 pesos y una libra de frijoles, a 400 o más, por solo poner dos ejemplos al azar.
¿Cómo los economistas conciben revertir la compleja situación financiera actual?, ¿por qué subir el salario no disiparía este problema? ¿podrían las mipymes aliviar este tenso panorama donde cada vez más se desvaloriza la moneda nacional?
A estas y otras preguntas respondió a Escambray recientemente el Licenciado en Contabilidad y Finanzas Frank Rafael Quesada Espinosa, investigador y profesor universitario, quien comenzó su disertación por una elemental definición de este término.
“La inflación es un incremento desordenado de precios que, comparativamente en lapsos, se puede medir cuando ya hay un incremento en el índice general de estos como promedio superior a un diez por ciento. Entonces, ya empieza una escala inflacionaria como tal.
¿Qué generó en Cuba el actual proceso inflacionario? Muchas personas culpan a la Tarea Ordenamiento.
Convergen varios factores, la Tarea Ordenamiento es uno de ellos. Pero, además, está la covid, hay una escasez y un incremento mundial del nivel de los precios. A una economía abierta como la cubana eso evidentemente le impacta. En medio de ese contexto también tuvimos la Tarea Ordenamiento que, si bien viene a solucionar determinados problemas en el tema de los diferentes tipos cambiarios existentes durante más de 30 años en la economía, también incorporó un incremento salarial, con una devaluación del tipo de cambio de más de 2 300 por ciento.
Eso tiene un impacto inmediato en los costos y, por ende, automáticamente se pasa a los precios mayoristas y minoristas. También se incrementaron las pensiones, o sea, en definitiva, todo apunta a algo que técnicamente en la economía se llama incremento en la masa monetaria, el cual, sin un respaldo en la producción, en un escenario de escasez, influye en el nivel de precios.
Se esperaba que dentro de un año, después de aplicada la devaluación del tipo de cambio, impactara en el nivel de precios. Inclusive una de las políticas apuntaba a tratar de corregir estas cuestiones, pero evidentemente sobrepasó el incremento de precios en lo que estaba planificado como tal.
¿En cuánto se calcula hoy la inflación aquí?
Es una inflación evidentemente de más de tres dígitos, cuando se llama de más de tres dígitos es que es de más de un ciento por ciento. Calcularla en este contexto es bien complejo porque sigue una dualidad cambiaria, ya menor, pero hay dualidad cambiaria al fin, o sea, hay un tipo de cambio oficial de 120 y el tipo de cambio en el sector informal del dólar está en el orden de los 230 pesos o más.
Esto siempre implica un reto para la medición económica y se corre el riesgo de no ser completamente acertado en la medición, pero sí se calcula que es de más de tres dígitos y es bien compleja para cualquier economía por todo lo que implica, porque las personas pierden la confianza en la moneda nacional y otras cuestiones que vienen correlacionadas con ello.
¿Por qué las mipymes tampoco han logrado aliviar el proceso inflacionario?
Las mipymes no pueden venir a resolver algo para lo que no están diseñadas. Las mipymes vienen a funcionar como un lubricante en la maquinaria de la economía, es muy difícil que solucionen ese problema porque son pequeñas empresas que empiezan ahora a tratar de encadenarse productivamente, incluso algunas desaparecen también porque es la ley del mercado.
Las mipymes pueden contribuir como un eslabón más, pero realmente el 80 o 90 por ciento de nuestro Producto Interno Bruto lo aportan las empresas estatales y las inversiones fuertes están enfocadas en ese sector también.
Los capitales de las mipymes son exiguos en comparación con las grandes necesidades que existen. Es cierto que han contribuido para que determinados productos aparezcan en el mercado, incluso para que baje el precio de algunos, pero las mipymes no son la solución.
¿Por qué un aumento salarial tampoco solucionaría el proceso inflacionario?
Lo hemos vivido con la Tarea Ordenamiento. Técnicamente existe una especie de M en la economía que se calcula, que es la masa monetaria. Todas las M, como le llamamos en la macroeconomía, no impactan igual en el nivel de precios.
El otorgamiento de determinados créditos, facilidades de créditos, etcétera, incrementan esa masa monetaria y eso tiene un impacto directo en los niveles de precios porque el valor del dinero es indirectamente proporcional al valor de las mercancías. Cuando las mercancías empiezan a incrementar su valor es que el valor del dinero baja y viceversa.
Específicamente el salario, cuando tú lo incrementas y no tienes un respaldo en la producción, en la productividad, impacta en el nivel general de precios. Hay un retardo estadístico temporal —en el contexto cubano a veces es desde seis meses hasta un año y dos meses, aproximadamente— para que se sienta el impacto del incremento del salario en el nivel general de precios.
Entonces, de repente hoy uno está muy feliz con un salario, pero por un breve espacio de tiempo porque la solución no es ese incremento salarial. En un escenario como este realmente un incremento salarial es muy necesario porque todos lo necesitamos y demás, pero va a ser como echar gasolina al fuego.
La vía y solución para salir de procesos inflacionarios siempre es otra y no necesariamente los incrementos salariales que pueden entonces agravar la situación porque cuando le incrementas el salario a un grupo de personas eres bueno con ese grupo de personas, pero, como diría Víctor Hugo en Los Miserables, “ser bueno es fácil, lo difícil es ser justo”.
Cuando se le incrementa el salario a un grupo de personas se incrementan los precios y la inflación viene para todo el mundo. Ese grupo está mejor preparado para un contexto inflacionario, pero el resto de las personas, no.
Desde sus teorías, ¿cómo los economistas entonces conciben revertir la inflación?
La inflación es un fenómeno bien complejo, hay que atacarlo desde diferentes aristas y siempre desde la producción, con políticas fuertes de encadenamiento productivo, la Tarea Ordenamiento estaba enfocada precisamente en eso.
Durante 30 años el sector estatal se mantuvo con un tipo de cambio de uno por uno, cuando en la circulación había un tipo de cambio de 24 por uno, o sea, 23 veces superior. Eso generó muchas distorsiones en la economía.
Ahora que hay un tipo de cambio más cercano, aunque no es el mismo, tenemos que aprovechar para pensar encadenamientos productivos hacia el interior de la economía, que las empresas sólidas y con determinada coherencia se encadenen con empresas nacionales y no miren tanto hacia el extranjero para importar.
Porque a veces uno dice que las mipymes están importando, pero es algo que han aprendido del sector estatal, la distorsión cambiaria existente durante 30 años volcó a todo el sector estatal a realizar importaciones y no producir hacia el interior de nuestras fronteras.
¿Qué otras recetas pueden los economistas ofrecer para revertir en Cuba el proceso inflacionario?
Tiene que ser un trabajo sistémico. La inflación no se ataca desde un ministerio, desde un departamento. Las políticas macroeconómicas son fundamentales, son políticas que van orientadas a, por ejemplo, determinadas tasas de interés en el sector bancario; tienen que ver también con el otorgamiento de los créditos, qué características deben tener; con el fomento de la producción nacional, con los incentivos para que eso suceda.
Porque ahora mismo un productor de un alimento terminado en el sector agropecuario tiene el mismo impuesto que un revendedor de cerveza y eso es inconcebible.
Tiene que atacarse, desde diferentes aristas, el fenómeno y que todo se revierta en más producción, más producción es la palabra de orden para solucionar un problema inflacionario o estanflacionario como existe en la economía cubana.
No puede ser atacando la apariencia porque la esencia es mucho más profunda y, como decía El Principito, lo esencial a veces es invisible a los ojos.
O, como aquello que me gusta mucho mencionar, en la economía existe un camino dorado y, como mismo sucede en El Mago de Oz, no te puedes salir de ese camino dorado si quieres llegar a la ciudad Esmeralda.
En este caso la ciudad Esmeralda es la aspiración de que disminuya el índice general de precios y todo tiene que apuntar a la producción, en primera instancia de alimentos, después a los encadenamientos con esa industria, con esa producción de alimentos que es uno de los aspectos que más fuerte están golpeando en el proceso inflacionario, y luego ir revirtiéndose las otras cosas.
En eso estaba el espíritu de la Tarea Ordenamiento, pero evidentemente el contexto no fue el más feliz para aplicar algo que llevó muchísimos años y que tenía mucha ciencia detrás.
Tomado de Escambray
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