Amarrar las bicicletas ya es una tradición en Cabaiguán y si no lo fuera, cambiarían de dueños con más facilidad que hasta ahora
Foto: Aramis Fernández Valderas
-Donde quiera que llegues te amarrarán, no te quejes más bicicleta, es que tu dueño te ama y no desea que pases a manos de otros que te puedan maltratar.
Aunque los cacos han dejado un poco de apropiarse de ciclos en Cabaiguán, no como para confiarse y cada cual lleva el candado presto para atarla a cualquier parte, al menos así pasarían más trabajo para que el medio de locomoción por excelencia de los de aquí permutara de propietario.