viernes, noviembre 22El Sonido de la Comunidad

Medicina Latinoamericana celebra su día

Por: Aramis Fernández Valderas

Andan por todas partes, en los sitios más apartados, en el hospital más céntrico de la ciudad, sorteando pandemias, calmando dolores, durmiendo despiertos, socorriendo al moribundo. Los médicos y el personal de la salud constituyen el sector más sacrificado de cualquier sociedad.

El coronavirus, llegó no solo para mutilar vidas, también lo hizo para crear conciencia de la significación de médicos, enfermeras, ambulancieros, técnicos de laboratorios, camilleros, de quienes limpian los hospitales o aquel que se atraviesa en la puerta a fin de poner orden a la consulta.

Cabaiguán es un municipio donde a lo largo de la historia han vivido y ejercido multitud de los llamados hombres y mujeres de bata blanca, sería mejor decirles de alma pura, ellos han intercedido por nuestras vidas, incluso cuando el fármaco esta “perdido” o haya escases de material ortopédico

Tal vez uno de los ejemplos a apelar es el Doctor Garzón, quien entre gestos y jaranas va sacándote la sonrisa de donde no la tienes y ayuda a mover cielo y tierra para ejercer su oficio como se debe.

No están los nuevos ni los viejos del sector, están todos. Soñolientos veo pasar frente a mi ventana un matrimonio ataviado con los instrumentos característicos que usan en las consultas, vienen de la guardia nocturna, sus rostros lo dicen todo, ahora seguirán hacia el consultorio. Da la vuelta el reloj, pronto estarán nuevamente de vigilia, no es solo en Cuba, es en toda latinoamerica y quiero decirte que en cualquier parte de este continente o de cualquier continente donde un cubano o una cubana ejerzan como médicos, son diferentes y reclamados, porque en su alma incuban el secreto del amor al prójimo y ese mover cielo y tierra para curar como lo hace nuestro Doctor Garzón porque Cabaiguán pare hombres y mujeres de alma pura.

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