“Como verdaderos titanes, trabajando bajo el fuerte sol que arreciaba hasta pasada la una de la tarde”, así calificó la Doctora Paula Esther González Varea, Farmacoepidemióloga de Cabaiguán la labor que despliega por estos días el personal de la salud que trabaja en la administración del PrevengHo- Vir a la población mayor de seis meses residente en las zonas de cuarentena del municipio.
Historias de vida que merecen ser contadas, eso fue lo que esta doctora comentó al enviarme las imágenes que dan fe de la altruista obra, y a mí me place hacerme eco de ellas, porque en estos tiempos el amor a la profesión, el desinterés y la voluntad de salvar vidas caracterizan a los galenos, enfermeros, técnicos y todos los que hoy enfrentan a la COVID 19 o simplemente trabajan para mejorar las defensas de la población ante un posible contagio, tal cual es el propósito de la aplicación de este tratamiento homeopático.
Con los medios de protección correspondientes y sus atuendos que lo identifican como trabajadores de la salud, pañuelos y sombrillas de por medio, algunos profesionales de la salud por estos días desandan nuestras calles incluidas en las llamadas zonas rojas, llaman en cada casa, explican los procederes a los moradores y preparan la dosis que será administrada como parte del tratamiento.
Regalando esperanza y amor llegan los profesionales de la salud cabaiguanenses a los hogares que están cuarentena, en una apuesta por la vida, esa que hoy se protege desde la prevención.
La población colabora, pregunta dudas, asume el tratamiento, agradece el esfuerzo que realizan y espera su reactivación la próxima semana. Han sido tres días de extenuante trabajo para los profesionales implicados en esta tarea, pero el resultado final vale la pena.
