Por: Osbel Ramón Díaz Mondeja
Nació en «Cayajaca», Consejo Popular de Cuatro Esquinas, en Cabaiguán y desde niño aprendió de su abuelo y padre el arte de labrar la tierra.
Félix Rafael Pino Pino, es un joven de 19 años de edad, sin la sombra de un bello en su cara, aparenta el rostro de un chiquillo, mientras su verbo y responsabilidad laboral demuestran todo lo contrario.
Félix suda la camisa en la atención de las producciones de la finca familiar y también labora en la Cooperativa de Producción Agropecuaria “La Cuba Nueva”. Según su testimonio siempre supo que el campo era su destino.
Tras vencer el 9no grado, le llegó una carrera de técnico en agronomía a la cual renunció para atender las siembras junto a su papá. “Desde los 15 años tengo responsabilidad, madrugo cada día para ganarme mi sustento y el de la familia”.
El año pasado cosechó cerca de 80 quintales de tabaco, 300 de maíz y otros cultivos. En la actualidad ya tiene lista la tierra para la nueva cosecha tabacalera y la siembra de frijoles; además atiende media caballería plantada de boniato.
“Me «pego» temprano hasta el mediodía, reposo el almuerzo y me vuelvo a «pegar» hasta cerca del atardecer donde ordeño mis vacas”, comenta el bisoño agricultor y agrega, “me gusta la pelota y la música romántica, nada de reggaetón, también el noviazgo, pero le dedicó más tiempo al trabajo”.
La amena conversación con Félix Rafael, también abarcó la familia, la agroecología y el mundo de los celulares y el internet: “Aunque esté en el campo estoy al tanto de lo que está sucediendo. Veo noticieros, el estado del tiempo para mis cosechas, creo que todos los guajiros deben hacerlo, me conecto un rato con mi teléfono a Internet, pero no me gusta mucho. No es una cosa que me llame tanto la atención, ni creo que haga tanta falta para vivir” y resume “. “Mi mayor cobertura es el campo y mi mejor conexión es con el trabajo diario en la producción de alimentos para ayudar a mi país”.