viernes, noviembre 22El Sonido de la Comunidad

Trabas a la implementación de las 63 medidas aprobada por el Ministerio de la Agricultura de Cuba

Aunque las medidas adoptadas por la agricultura  ciertamente ofrecen oportunidad a los campesinos y desatan algunos nudos hasta hoy irrompibles, aún persisten ataduras que habrá que resolver en el más breve plazo

Existen obstáculos que no permiten fluir correctamente las medidas tomadas por la agricultura.

Por: Lillipsy Bello Cancio

Cooperativas que no pueden comprar en moneda libremente convertible aunque cuenten con el dinero en la tarjeta, productores de tabaco que no reciben el estímulo que significa el cobro de una parte de sus producciones en moneda libremente convertible, precios de los tractores (en MLC) que suben de un día tras otro y trabas burocráticas que no favorecen las inversiones de personas naturales en el sector forman parte del escenario que vive ahora mismo la realidad de la implementación aquí de las 63 medidas aprobada por el Ministerio de la Agricultura de Cuba para incrementar la producción de alimentos y favorecer la comercialización.

Como lo prometido es deuda, esta mañana volvemos sobre el tema que ahora mismo ocupa a este sector y que no pretende otra cosa que no sea la de alcanzar la tan anhelada “soberanía alimentaria” y más que eso: satisfacer la demanda de alimentos del pueblo y sustituir importaciones, con lo cual se vería muy beneficiada la economía de la región y de la isla.

Y es que, aunque las decisiones adoptadas ciertamente ofrecen oportunidad a los campesinos y desatan algunos nudos hasta hoy irrompibles, aún persisten ataduras que habrá que resolver en el más breve plazo. Por ejemplo: hoy las cooperativas reciben un porciento de su pago en MLC por la venta de tabaco tapado, que es el mismo dinero, aunque no en cantidad, pero sí en capacidad de compra… o al menos eso podría pensar cualquiera hasta que no se haya tropezado con el hecho de que allí donde puede adquirir un particular insumos y otros recursos, la cooperativa, como entidad jurídica, no lo puede hacer.

Así mismo, con respecto a la posibilidad de adquirir tractores y otros insumos en MLC no todo ha sido felicidad: el primer campesino que pudo comprar uno en Cabaiguán, tuvo que erogar la ya astronómica cifra de 25 mil pesos en moneda libremente convertible… 6 meses después el precio ya anda por los 32 mil. ¿Es eso correcto?, ¿Puede el que lo desee inflar los precios a su antojo como si fueran globos de cumpleaños?

Pero si de dificultades se trata, aún restan cuestiones por resolver: pues resulta que, si bien la nueva Ley de Inversión Extranjera prevé que las cooperativas podrían presentar su solicitud al Ministerio de Comercio Exterior y de Inversión Extranjera (MINCEX) para conformar una asociación económica internacional o incluso una empresa mixta con un inversionista extranjero, no está permitido aún que esa misma solicitud, presentada a este u otro ministerio, pueda hacerse para asociarse a un cubano residente en la Isla.

¿Por qué?, ¿qué razones embargan la oportunidad de que un campesino próspero de los que tenemos en Cabaiguán como Yoandito, Eliécer Álvarez o Aniesky de la Cruz, invierta en una cooperativa, traslade su experiencia a su colectivo y negocie con sus socios?, ¿qué lo que se pretende es la inyección de capital foráneo a la Isla?… Está bien, lo entiendo, pero recordemos que la economía cubana no se parece a la de ninguna otra nación (esto, según los expertos) y que la agricultura está urgida de un impulso que no puede ser analizado con el mismo prisma que el resto de los sectores.

Y como si fuera poco, parece que quienes pensaron en la significación del estímulo en MLC a los productores de tabaco tapado, no tuvieron en cuenta que se puede tener todo la capa y la de mejor calidad del mundo, pero si no se cuenta con el relleno necesario, con la tripa y la picadura también de calidad, no se podrá obtener un producto al nivel de los estándares mundiales y las exigencias de los consumidores… riesgo que se corre hoy al dejar sin un atractivo similar a los que producen el “sol en palo”, de los cuales muchos anuncian ya cambios en la modalidad de sus cultivos.

“Al Estado le corresponde ahora dar seguimiento a cada una de las disposiciones suscritas, y actuar con agilidad, eficiencia y seguridad”, afirmó el vice primer ministro, Jorge Luis Tapia Fonseca, en la Mesa Redonda del 14 de abril pasado… esperemos, entonces, que en este período de implementación y consenso los oídos continúen pegados a la tierra y la vista fija en el campo.

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