lunes, noviembre 25El Sonido de la Comunidad
Shadow

Monte de Fermín, el punto de partida

Por: Daisy Martín Ciriano (Museóloga)

Los revolucionarios de Cabaiguán se aprestaban a lanzarse a la Huelga  por el asesinato de Frank País. Tenían tareas específicas y cada célula estaba ocupada en su quehacer.

Los campesinos de Neiva no recibieron la orientación de última hora e iniciaron sus actividades de reclutamiento de armas el 3 de agosto de 1957. Durante el trayecto, un imprevisto cambió el curso de su decisión.

El punto de reunión de los jóvenes que recaudaban las armas era el monte de Fermín, lugar muy próximo al poblado de Cabaiguán. Este fue el sitio escogido para concentrarse los combatientes que como miembros de las células del 26 de Julio realizarían acciones contra la tiranía en diferentes lugares del pueblo. Después llegó la contraorden y la desmovilización, pero el grupo de jóvenes de Neiva y Echenique al mando de Félix Hurtado Manso, avanzaron hacia el Escambray y el día 6 se constituyeron, en La Llorona, como grupo rebelde enarbolando la bandera rojinegra de su organización.

Después fueron atacados por sorpresa que trajo la dispersión. De esa persecución y cacería solo lograron salvarse, para narrar los hechos, siete hombres. Los ocho restantes inscribieron con su sangre lo que fue el comienzo y el fin de una heroica hazaña.

En el 60 aniversario de la masacre perpetrada por la tiranía contra los revolucionarios en el Escambray, fue colocada en el monte de Fermín, el lugar de la partida hacia el lomerío, una inscripción con la técnica de fotocerámica digital vitrificada, acompañada de un mapa con el recorrido que siguieron los jóvenes hasta La Llorona.  Es este lugar un espacio más para  honrar a los mártires y a los que sobrevivieron para narrar lo acaecido en aquellos aciagos días de agosto de 1957.

Hoy se encuentra confeccionado un señalamiento para ser colocado en la finca de Librado Castellanos Carrillo, el campesino donde se concentraron los primeros revolucionarios. Cuando este pueblo regreso a su diario y normal quehacer, esta tarea será cumplida para perpetuar la memoria del hecho y de los caídos.  

Compartir: