sábado, noviembre 23El Sonido de la Comunidad

“Muchacho, se te acabó la fiesta”: Devueltos celulares arrebatados en Sancti Spíritus

En acto celebrado frente a la vivienda de una de las víctimas, tuvo lugar la devolución de los medios, robados por un ciudadano que fue detenido a 24 horas de haber cometido el último hecho.

“Muchacho, se te acabó la fiesta, ya te cogimos”, dijo, poniendo su mano sobre el hombro del joven, la teniente Elianys Pérez Díaz, investigadora criminalista de la Primera Unidad de la PNR en Sancti Spíritus, quien con tan solo 24 años logró cerrar con broche de oro la operación que desde hacía semanas robaba el sueño de una buena parte de los espirituanos.

A la puerta de la casa en el reparto Kilo-12, donde residía ilegalmente el ciudadano con domicilio en el Entronque de Guasimal, había tocado el jefe de la PNR en el municipio. Luego de anunciarle que le llegó el fin a las carreras emprendidas cada vez que le arrebataba un teléfono móvil a una mujer, en medio de la madrugada, el mayor Humberto Rodríguez Pol, jefe de la citada estación, le colocó las esposas al delincuente.

Uno de los tres teléfonos obtenidos por medio de robos con fuerza sobre las personas, con carácter continuado, estaba en la vivienda. Bastaron minutos para que, todavía en el carro patrullero, la teniente Elianys obtuviera la confesión: efectivamente, no se lo había encontrado frente a la llamada Unidad Militar, como dijo, sino que se lo había arrebatado a una señora sentada frente al Cupet de Garaita, cerca de cuya tienda tuvieron lugar los tres hechos delictivos.

En el acto de entrega de los bienes recuperados, celebrado en calle Ancha del Norte entre Onza y 4ta., con la presencia de las autoridades del Consejo Popular y representantes de las organizaciones de masas, Roxana Sánchez González, profesora de Psicología en la Escuela Pedagógica Rafael María de Mendive, contiene el nudo en su garganta y expresa, con frases entrecortadas por la emoción, su agradecimiento al Minint y al sistema de Policía que hizo posible, junto a los vecinos que colaboraron con la descripción del sospechoso, el esclarecimiento de los hechos.

A ella, en particular, la asaltaron en la esquina de Garaita a las 5:40 a.m. del 22 de julio, cuando se dirigía, junto a su madre, a marcar la cola para comprar en la tiende ubicada en el Cupet. “El hombre caminaba en dirección a nosotras y hubo un momento en que nos miró fijo; al pasar junto a mí me arrancó el teléfono de las manos y se mandó a correr por entre los edificios de calle 4ta.”, narra a Escambray. Habían transcurrido 10 días del robo anterior y ya se andaba tras la pista del comisor. El 2 de agosto volvió a la carga, en lo que sería su último delito antes de ser capturado.

Según sostiene la joven maestra, ya le interesaba más que capturaran al asaltante que el hecho mismo de recuperar su celular —nunca pensó aparecería tan pronto—, para que cesaran el peligro y la inseguridad reinante en el barrio. Por eso solicitó un aplauso para “los hombres y mujeres del Minint y de la Policía Nacional Revolucionaria, que velan por el pueblo”.

Ante la bandera tricolor, junto a la cual se cantó el Himno Nacional, hombres de verde olivo y vecinos, reunidos codo a codo, fueron testigos de la conmoción tanto de quienes se beneficiaron con el rápido actuar de los agentes del orden y de la contrainteligencia como de los que recibieron estímulos por su labor.

El capitán Orlandi Antúnez Quevedo, oficial de la Dirección Técnica de Investigación que tuvo una participación activa en el esclarecimiento de los hechos, fue agasajado allí, en tanto la teniente Elianys Pérez Díaz se hizo acreedora de la Distinción por el Servicio Distinguido en el Ministerio del Interior, otorgada por la jefatura provincial de ese órgano armado.

“Fueron días de desvelo y de mucho trabajo, cotejando la información que nos proporcionaba la ciudadanía, sin ir a la casa. Llevo dos años en la PNR y este tipo de hechos es mi especialidad. Son hechos priorizados, porque afectan mucho a la población; aquí afortunadamente no hubo lesiones, pero pudo haberlas”, relata la joven, y, con ojos brillosos y muy abiertos, confiesa: “Mi trabajo es mi vida, no me imagino sin él. Siento que he realizado mi sueño”.

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