La tormenta solo trajo, lluvia, vientos y caída de granizos según los pobladores del asentamiento popular cabaiguanense
Por: Lillipsy Bello Cancio
La tarde noche de este miércoles el cielo se oscureció y parecía que literalmente se iba a “acabar el mundo” en Cabaiguán: un viento fuera de lo normal y una “noche fría” se sobrevino sobre este pueblo y casi toda la región.
Una foto anunciando el inicio de un tornado publicada en las redes sociales levantó el revuelo y ocasionó la preocupación de casi todos los cabaiguanenses que se prepararon para “lo peor”, quizás por aquello de que quien se prepara para lo más malo, pues disfrutará mucho más lo “bueno” que le toque.
Motivados por esos mismos intereses y por esa solidaridad coterránea que nos convoca siempre a los cubanos a saber, socorrer y hasta “fisgonear” donde la desgracia se presenta, esta emisora salió tras la búsqueda de la información, expectante, preocupada y ávida de encontrar la verdad y aliviar tensiones.
Después de varias llamadas y conversaciones con lugareños (que de alguna manera adelantaron tranquilidad a esta reportera), con Islay Valdivia, Presidente del Consejo Popular de Tres Palmas (que garantizó serenidad pues no había ocurrido ningún derrumbe, u otro tipo de afectación de esos que casi siempre originan estos fenómenos) y hasta con José Martínez Hernández, Presidente de la Asamblea (siempre atento ante la adversidad de los suyos) pudimos constatar una vez más que “las apariencias engañan”.
Pero, por si fuera poco, y por esa inquieta curiosidad que nos caracteriza a los del sector, y para confrontar las fuentes de información anteriormente mencionadas, nos comunicamos con el Centro de Pronósticos espirituano del Instituto de Meteorología y desde allí, el MSc. Antonio Ortega nos confirmó lo que ya sabíamos: ni en Tres Palmas, ni en el Km 336 ni en ninguna comunidad aledaña ocurrió ningún tornado.
“Una fuerte tormenta, con vientos y caída de granizos, pero sin afectaciones”, tal y como nos dijo Islay…, esto cuando ya era cerca de las ocho de la noche y hacía un rato que había dejado de llover y nos hablaba desde “La Bija”, una de las comunidades más antiguas de ese consejo popular.
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