El nuevo mosquito en los años 70 apareció por España, luego colonizó Centroamérica y el Caribe. A Cuba entró en el 2020 por la región oriental
Por: Xiomara Alsina
Tomado de escambray.cu
Ni las restricciones de movilidad por la pandemia o el cierre de las fronteras impidieron que el mosquito vittatus, de la familia Aedes, llegara, hace alrededor de un año, al extremo oriental de Cuba. Mucho menos se pudo detener su marcha, pues ya se encuentra alojado en territorio espirituano.
Así lo confirmó a Escambrayel biólogo del Laboratorio de Entomología Médica del Centro Provincial de Vectores de Sancti Spíritus, Jesús Ortiz Barón, quien destacó que desde los primeros reportes en el territorio se emitió una alerta para monitorear su comportamiento y posible proliferación en la isla.
Según los expertos, el Aedes vittatus se une al Aedes albopictus y al aegypti porque transmite las mismas enfermedades, aunque los serotipos que han estado circulando últimamente no demuestran la aparición de nuevas variantes del dengue ocasionadas por el recién llegado insecto.
Ortiz Barón explicó que hay presencia del Aedes vittatus en Jatibonico, Sancti Spíritus y la zona de La Trinchera, lo que evidencia que el mosquito viajó desde el oriente y avanzó hacia el centro del país. Pero, ¿cómo lo logra, si su radio de acción abarca solo unos 300 metros? Pues en cualquier medio, ya sea un ómnibus, un tren o simplemente en recipientes o bultos donde existan condiciones idóneas para sobrevivir.
“Existen reportes del vittatus en Camagüey y Ciego de Ávila —aclara Ortiz Barón—, más bien por los sitios cercanos a la Carretera Central. Ahora orientamos al personal que labora en función de la vigilancia que deben aumentar la pesquisa y la captura de mosquitos adultos volando, lo que nos permitiría estudiarlo mejor y determinar los niveles de afectación en los lugares donde se encuentre”.
Acota el biólogo que Instituto Nacional Carlos J. Finlay realizó estudios con el Aedes albopictus que indican una transmisión de las mismas enfermedades que el aegypti, aunque en el caso del vittatus existe una complejidad, y es que, a diferencia de los anteriores, este habita en las zonas periféricas, según confirman los hallazgos en las márgenes de los ríos y en tallos de matas de plátano que fueron cortadas; o sea, es más campestre.
El mosquito vittatus recientemente encontrado en territorio espirituano fue descubierto en España, en la década de 1970, después colonizó Centroamérica, el Caribe y está en Asia y Africa. “Como mosquito al fin, anatómicamente, es igual a los demás Aedes —aclara Ortiz Barón—, pero la diferencia morfológica está en sus coloraciones, con escamas pitinosas plateadas, similares a manchitas blancas y en la parte dorsal del tórax, entre la cabeza y el abdomen, tiene cuatro círculos en paralelos, muy bien definidos en ambos lados”.
Por tanto, hasta que los expertos no concluyan el estudio sobre el mismo, la actividad de vigilancia está encaminada a definir dónde se encuentra, aunque los tratamientos para combatirlo son los mismos que los empleados en otros tipos de vectores: la prevención, el focal y la fumigación, pero la conducta que debe seguir por la población es determinante para no tener que convivir con el vittatus en el hogar.