El personaje popular constituye parte de la identidad de cualquier asentamiento poblacional, Oscar Rafael Martínez Valero con 30 años al servicio de la salud, es uno de ellos en Cabaiguán
Por: Osbel Ramón Díaz Mondeja
Cada pueblo tiene personas populares que pasan inadvertidos. Rostros que se vuelven cotidianos y apenas tenemos tiempo para entender como forman parte de la tradición cultural o la historia de una región o municipio.
Tal es caso de Oscar Rafael Martínez Valero, » Oscarito» o » El loco Camillero» (como le gusta que lo llamen) del hospital general de Cabaiguán.
Cuenta que nació un 12 de agosto de 1958. Las bicicletas siempre han sido su vida, por tal razón pedaleando en varias de ellas repartió la prensa como trabajador del correo municipal por muchos años.
Afirma haber practicado el ciclismo como deporte y que ha tenido tantas bicicletas como pelos en la cabeza con las cuáles recorrió largas distancias en toda la zona central del país.
Su sonrisa y personalidad un tanto detenida en el tiempo no conoce de ofensas, pero sí de constancia laboral, prueba de ello son los más de 30 años como trabajador de salud.
Hoy combina los pedales de su ciclo, con la destreza para manejar camillas en dicha instalación hospitalaria. Oscarito, es un hombre que peina canas vestido con pensamientos de un adolescente que se niega a envejecer.
Cada vez que coincido con él, me remonto a la persona de pueblo, esa a la que muchos no valoran pero son el complemento necesario de algo que se llama tradición e identidad.