Déficit fiscal en Cuba, presupuesto, pago de tributos, y medidas para corregir las distorsiones en los precios centran hoy la atención del Gobierno en el panorama financiero a fin de garantizar la estabilidad macroeconómica del país
Durante la intervención del ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro, en el programa televisivo Mesa Redonda, recordó que en la última sesión de la Asamblea Nacional se explicó la necesidad de reducir gradualmente el déficit fiscal más allá del análisis de un período de un año.
Los ingresos son insuficientes para garantizar los gastos en que se debe incurrir, eso es el déficit fiscal, precisó.
Recordó que el 63 por ciento de los gastos de 2024 están orientados a financiar programas de investigación y ciencia, salud, educación, asistencia social y otros programas sociales. Sin embargo, aunque este año los ingresos son considerables, no son suficientes, sentenció.
Los compromisos del Gobierno con la sociedad no se pueden incumplir. En los últimos años, hemos acudido al sistema bancario, proceso en evolución que pasó por contratos y financiaciones con los bancos comerciales.
Respecto a la implementación de los bonos soberanos que permiten captar desde el sistema bancario los financiamientos para dar cobertura a la deficiencia de ingresos, dijo que “debemos comprometernos en la capacidad de asumir su devolución”.
Regueiro acotó que existe una dinámica de crecimiento en ingresos, unos 339 mil millones de pesos cubanos (moneda nacional), acompañado de un grupo de medidas, aprobadas en la Asamblea Nacional, para potenciar la recaudación, ajustes en las regulaciones tributarias y también mayores mecanismos de control.
Sin embargo, esa dinámica no se comporta a igual nivel que el crecimiento de los gastos, con una prioridad marcada en la que se logra movilizar más de 25 mil millones de pesos para el incremento de las remuneraciones en los sectores de salud y educación.
También, continuó, se incluyeron adeudos con el sector empresarial, asociados a la contención de precios de importación para no trasladar la formación de precios vinculados al consumo social o los alimentos de la canasta básica normada.
Al referirse a los subsidios a la electricidad consideró que eran los de mayor importancia por el número de personas beneficiadas, con más de 38 mil millones de pesos, cifra en creciendo por la demanda y las condiciones de la generación, incluido el precio de los combustibles.
Hay que optimizar gastos en el sector presupuestado y en el no empresarial que recibe financiamiento del presupuesto; usar con racionalidad los recursos financieros; precisar oportunidades en determinados procesos de inversión; evitar gastos superfluos; y trabajar sistemáticamente por potenciar los ingresos, indicó el ministro.
A diferencia de otros Gobiernos que disminuyen el déficit fiscal quitando financiación a programas sociales, “hay un compromiso de nuestra política fiscal en respaldar las conquistas de la Revolución y mejorar la calidad de esos servicios”, apuntó. (Fuente:PL)
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