La historia bien detallada por Rogelio Concepción Pérez y recogida en tres tomos, se hace referencia a la inauguración del primer parque infantil que tuvo Cabaiguán. Algunas fotos y documentos archivados en el Museo Municipal, corroboran este gran festejo.
Por: Daisy Pilar Martín Ciriano
El 6 de enero de 1949, bajo la administración del Alcalde Delfín González Espinosa y como regalo a los niños cabaiguanenses abrió su entrada el parque infantil.
El amplio espacio donde fue erigido, había quedado vacío entre diferentes construcciones y vías, cuando aproximadamente en 1910, los vecinos y combatientes de las pasadas guerras, con esfuerzos propios, comenzaron la construcción del llamado parque de veteranos.
Su vida anterior transitó cubierto de abandono, poca iluminación y menos asientos, pero en el lugar se reunían los viejos combatientes y rememoraban sus momentos vividos. Poco a poco el espacio fue perdiendo a quienes le limpiaban y embellecían, incluso los que abogaban por una cerca perimetral.
Ya casi entrada la década de 1950, el desarrollo constructivo urbano se enriqueció y algunos vecinos, patrocinaron la construcción en el lugar de un parque infantil, instando al alcalde para que presidiera el empeño.
Iniciado el movimiento, la sólida cerca perimetral, los bancos y algunas canales de deslizamiento presenciaron la llegada del tiovivo y después de la estrella. El Día de Reyes Magos, como regalo a los niños, se realizó la inauguración. Con lujoso brindis dentro de cartuchitos cifrados y con gran concurrencia, se estrenó el ansiado espacio como Parque Infantil, honrando con su nombre al General mambí Serafín Sánchez Valdivia.
A partir de entonces su área se fue embelleciendo con implementos y aparatos de juego para todas las edades y sexos.
Durante mucho tiempo, funcionó en ese lugar, incluso por varios años. Pero, el espacio quedó desolado al trasladarse sus equipos a finales de la década de 1970, para las cercanías del club Siboney.
Por suerte y alegría a inicios de 1990, retornó su equipamiento para su sitio original, donde es identificado por el carismático Elpidio Valdés que recibe al visitante. Hoy a 75 años de su existencia llegue la felicitación a este colectivo por la eficiente labor que realizan para los niños y en especial a Héctor Sorí Vázquez, su administrador.
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