Por Alexey Mompeller Lorenzo
La herencia campesina cubana vuelve a mostrarse ante los ojos de quienes asistan al Museo Etnográfico Regional de Cabaiguán, reservorio de tradiciones que se incluye en el recorrido cultural concebido durante la etapa recuperativa pos-Covid-19.
Yanet Cardoso Martín, directora de la institución, comenta sobre las reglas imperantes en la desescalada. “Las visitas serán dirigidas en grupos de solo diez personas y como nuestras colecciones están fuera de vitrinas, se ajustará la museografía. Cerraremos las puertas a las entradas de las habitaciones por contar los locales con un espacio reducido”.
En el tránsito hacia la normalidad, los especialistas continúan enfrascados en la conservación del fondo patrimonial, labor mantenida en los meses previos a la reapertura del centro conformado por varias salas expositivas, entre ellas el bohío, la casa para curar tabaco, el rancho varaentierra y el granero, espacios que recrean la vida de quienes hacen parir el surco.
A diferencia de períodos estivales precedentes, el Museo Etnográfico Regional, único de su tipo en el país, no acogerá las actividades habituales en la temporada estival, pero según Cardoso Martín pensaron en propuestas online.“Promocionaremos las andanzas de forma virtual e igualmente la muestra del mes. Insistimos en reflejar en el ciberespacio los cursos y campiñas pioneriles, opciones acostumbradas en años anteriores, ahora pospuestas por la crisis sanitaria”.
Mediante la página web institucional “Cabaiguán y su cultura”, de reciente creación, y a través de las redes sociales, la interactividad moverá el verano.
“Lanzaremos dos concursos. En el primero pedimos a los cabaiguanenses la publicación de imágenes relacionadas con elementos, en perfecto estado, de la cultura material campesina. Las mejores instantáneas acompañadas de una descripción que aporte características del objeto, formarán parte de la colección virtual del museo”, concluyó la fuente.
