Pedro pone el bate, Carlito una guantilla, la pelota es una piedra envuelta en trapo, al primer grito empieza el piten
Foto: Aramis Fernández
Los equipos se forman según la cantidad de niños o de mayores que existan en ese momento, pueden ser de tres cuatro, nueve y hasta más de nueve, en estos juegos de pelota de manigua muchas veces no se cumplen las reglas, creo que casi nunca. El día en que en Cuba empiecen a buscar los peloteros en estos terrenos llenos de huecos y piedra, volverá a ser la pelota un deporte digno y fortalecido, Antonio Muñoz, Owen Blandino, José Antonio Huelga, Ramón Hecheverría, jamás tuvieron entrenamiento, pero eran peloteros de los pies a la cabeza, salieron de monte adentro.