Diversas variantes productivas se aplican en Episan para lograr mayor productividad en la recta final del año. La Planta de Conformados de Tunas de Zaza introduce nuevas materias primas para garantizar ofertas a la población
Acostumbrados a rastrear los mares del litoral sur de la provincia, desde los límites de Trinidad con Cienfuegos hasta las inmediaciones de Ciego de Ávila, los pescadores de las flotas escameras y langosteras intentan, en esta recta final del año, sacudirse el atraso productivo para concluir con una situación más favorable en relación con el 2022.
Así trascendió durante el encuentro de la prensa con directivos de la Empresa Pesquera e Industrial de Sancti Spíritus (Episan), donde se dejó claro que las limitaciones con la falta de combustible —en el mes de octubre, por ejemplo, impidió la salida al mar de los barcos langosteros— y la baja de algunos equipos que se destinan a la pesca de escama marcaron un retroceso en las extracciones de las distintas especies.
Según Osvaldo Luis Oliva, director de Producción de Episan, hoy se opera con el 50 por ciento de la flota de escama, aunque es posible que antes del cierre de noviembre se incorporen otras dos embarcaciones que podrían sumar capturas al plan de la entidad espirituana.
Refiere el directivo que en el caso de la langosta, uno de los principales rubros exportables del territorio, la situación no está relacionada solo con la baja manifestación de la especie a partir del levante de veda de julio, agosto y septiembre, sino con la inestabilidad en la exportación, pues, aunque el plan se comporta al 70 por ciento de ejecución, aún resta parte de noviembre y diciembre completo que, como se sabe, son los meses más productivos debido a las bajas temperaturas en las zonas de operaciones.
Por suerte, la respuesta de los pescadores privados que entregan sus capturas a Episan ha sido positiva, pues ya sumaban más del 89 por ciento de lo planificado hasta el cierre de octubre.
En cuanto al comportamiento de productos obtenidos en la Planta de Conformados enclavada en Tunas de Zaza, Carlos García Legón, director comercial de la entidad, explicó que aunque las bajas capturas repercuten en el desempeño de las elaboraciones y, por ende, en la distribución, al cierre de octubre se habían procesado casi 962 toneladas, para un 71 por ciento del plan, y se intensifican las acciones para cerrar el año con una mejor situación productiva.
“Hemos enfrentado varios obstáculos, pero buscamos variantes para producir a partir de la introducción de nuevas materias primas que nos permitan obtener alimentos conformados con destino a la población, en este caso se introduce el picadillo de pollo, el de carne de res y otros que combinamos con la masa de pescado para obtener varios tipos de hamburguesas y croquetas, fundamentalmente”, añadió García Legón.
Publicación Recomendada:
Guayos aplaza las parrandas (+Audio)
