Por: Lillipsy Bello Cancio
En medio del ordenamiento que experimenta Cuba desde el primero de enero, el incremento del precio y su correspondencia con la calidad del pan ha estado en el centro de los debates de los cabaiguanenses como en toda Cuba.
En atención a los planteamientos de la población, los directivos de este sector aseguraron a nuestra emisora que a pesar del incremento de los precios de las materias primas, en el centro del camino hacia la eficiencia que pretende el proceso que actualmente se implementa en el país, la sistematización y eficacia de los mecanismos de control precisan de una revisión más profunda.
“A pesar de que ha disminuido la cantidad de pan que se queda en los puntos de venta y las bodegas del territorio, aún persisten consumidores que no lo compran, a partir de lo cual se decidió trasladar el excedente a la gastronomía para diversificar los surtidos y ofertas a la población”, señaló Mario Nápoles director de la Empresa Alimentaria en el territorio.
Entre las más frecuentes insuficiencias detectadas en las panaderías cabaiguanenses sobresalen los productos de mala calidad y bajo peso; la obsolescencia tecnológica en sentido general, insuficientes instrumentos de medición fundamentalmente balanzas; el estado higiénico desfavorable de algunas unidades, y el recibimiento de materias primas sin certificado de conformidad, además de la utilización inadecuada de materias primas de las cuales no se emplean los por cientos establecidos.