Con 15 días de antelación se ha hecho pública la convocatoria de lo que tendría que ser el certamen más importante en la urbe del Yayabo. ¿Premio de la Ciudad o de cumplido?
Demasiado tarde, como sucede cuando se hace algo para salir del paso, se ha hecho pública la convocatoria del Premio de la Ciudad de Sancti Spíritus 2023. Por tanto, será quimérico lograr una digna participación en las manifestaciones de literatura, música, artes plásticas, artes escénicas e investigación cultural.
El anuncio de cualquier concurso no solo es equivalente para informar de su existencia, sino que estimula, aviva a quienes cumplen con los requisitos para enviar sus propuestas. Contrarreloj, las musas del arte pocas veces aparecen.
El año 2022 lo demostró. Salvo en artes plásticas e investigación cultural, que estuvieron algo más concurridas, el jurado solo pudo evaluar una obra en competencia en las categorías de música y literatura. Y en artes escénicas ni siquiera hubo presencia.
Tal realidad debió poner sobre aviso a la Asamblea Municipal del Poder Popular y a la Dirección Municipal de Cultura de Sancti Spíritus, los principales gestores de una de las propuestas que agasajan el cumpleaños de la cuarta villa de Cuba. Habían trascurrido tres años sin convocarse y la respuesta del gremio intelectual y artístico no pudo ser peor.
La causa de su suspensión temporal fue primero la incidencia de la pandemia de la covid y luego no contar con toda la preparación requerida. Mas, otros muchos eventos —incluso ese mismo certamen en otras ciudades— demostraron que funcionaron mediante la virtualidad.
Vuelve a surgir una pregunta que no es nueva: ¿Qué sucede con este lauro que pasa con más penas que glorias? ¿Por qué no se vive el entusiasmo y explosión de creatividad de antaño en vísperas del aniversario de la villa?
Y entre tantas razones objetivas y subjetivas salta, además del trabajo moroso en toda su organización, que no se materializara por varios años. A juicio de no pocos artistas esa decisión lo puso en capilla ardiente porque desde mucho antes se anunciaba que languidecía.
Poco a poco, lo que podía ser considerado una fiesta, porque desde las instituciones se insistía prácticamente durante todo el año en crear para honrar a la ciudad, quedó en el silencio. Solo se recuerda cuando se presenta la convocatoria, que ni tan siquiera siempre llega a las manos de todos los artistas. Se cree suficiente su divulgación en el escenario digital y a través de los medios públicos.
Por suerte, una de las mayores deudas con ese premio ya se saldó. Su pago coquetea con el actual panorama económico. Costó más de un análisis, más de una queja, más de una comparación con otras ciudades como Santa Clara para que se aprobara el pago de 10 000 pesos a los ganadores.
Parecerse a su contexto es un deber. Por ello, quienes invitan al Premio de la Ciudad de Sancti Spíritus, además de incrementar el fondo monetario que tanto estimula en tiempos complejos, deberían revisar si es funcional convocar siempre en las mismas manifestaciones. Por ejemplo, para nadie es un secreto que los estrenos durante un año en las artes escénicas espirituanas son bien escasos. ¿Vale entonces la pena incluir esa manifestación? Similar ocurre con el de composición. ¿Cuántos de nuestros proyectos musicales han incrementado en los últimos tiempos sus repertorios con canciones con firmas espirituanas? Readecuar lo diseñado desde que surgió este concurso seguramente lo oxigenará.
En pocos días, específicamente en la gala del 3 de junio, en vísperas del aniversario 509 de la villa del Yayabo, se conocerán los ganadores de esta edición. Confiemos que la premura no avive la presentación y reconocimiento de obras sin toda la calidad. Tampoco puede permitirse premiar para responder a un cumplido.
Es este lauro el mayor agasajo que desde el arte recibe la gran casa donde habitamos. Por tanto, tiene que ser un premio de etiqueta, con el concurso de toda la ciudadanía.
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