El presidente francés, Emmanuel Macron, promulgó este sábado la reforma de la jubilación y su polémica extensión de la edad de retiro de 62 a 64 años, norma validada ayer en lo esencial por el Consejo Constitucional.
El Diario Oficial de la República Francesa refleja la modificación de la edad legal de retiro en el Código de la Seguridad Social, el artículo más rechazado de la reforma y la causa de que los principales sindicatos del país dejaran atrás sus diferencias para unirse contra la iniciativa.
Macron disponía de 15 días para poner en vigor el texto, y en realidad lo promulgó más rápido de lo esperado, pese al llamado solemne de los gremios y de líderes políticos a no hacerlo.
La intersindical, movimiento que ha llevado a las calles a millones de personas en 12 jornadas de protestas desde el 19 de enero, había instado al primer mandatario a no materializar su proyecto y alertado de que no acudirá a su invitación al diálogo el martes para pasar la página.
En ese sentido anunció una reunión el lunes para definir los próximos pasos a seguir frente a la reforma, declarada ayer constitucional por el Consejo, decisión que desató manifestaciones en diversas ciudades de Francia, con algunos episodios de violencia.
Las fuerzas del orden arrestaron a más de un centenar de personas en esta capital, mientras que a la norteña Rennes fueron despachadas unidades especiales de la policía tras el incendio de la puerta de una comisaría.
De acuerdo con dirigentes como el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, el secretario nacional del Partido Comunista, Fabien Roussel, y el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, la batalla contra la reforma de la jubilación continuará, con diversas propuestas al agotarse la vía legal.
También la líder de la extrema derecha Marine Le Pen fustigó al Gobierno por su proyecto y aseveró que “el pueblo tiene siempre la última palabra”, en alusión al rechazo mayoritario de los franceses al proyecto.
Para este sábado se prevén nuevas manifestaciones en diversas ciudades, a la expectativa de qué decidirá la Intersindical sobre las eventuales próximas protestas, con el llamado desde ya por algunas voces del movimiento social a convertir los desfiles del primero de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, en una jornada contra la reforma de la jubilación. (Fuente:PL)
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