El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, reiteró la necesidad de extremar las medidas higiénico-sanitarias para detener la transmisión de la Covid-19 en el occidente del país.
Ante el incremento de los casos confirmados de la COVID-19, particularmente en las provincias de La Habana y Artemisa, este jueves el Grupo temporal de trabajo para la prevención y control de la enfermedad adoptó nuevas decisiones encaminadas a revertir la situación generada en los últimos días.
En el encuentro, el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz convocó una vez más a la población del occidente del país a actuar con disciplina para evitar nuevos contagios y frenar la transmisión del nuevo coronavirus.
Subrayó que “hacemos un llamado a la población de estas provincias, sobre todo de La Habana y Artemisa, acerca de la necesidad de extremar las medidas, la necesidad de más disciplina, del uso obligatorio del nasobuco, de las medidas de aislamiento, de la necesidad de cumplir todas las medidas sanitarias, extremar las medidas en aquellos lugares donde se acumulan varias personas, en los espacios recreativos que están abiertos, que se van a regular los horarios”.
Todos estos casos que hemos estado informando y se han convertido en eventos en los últimos días -puntualizó el Primer Ministro- se han generado por culpa de irresponsabilidades, de violaciones de los protocolos establecidos.
En ese sentido, aseguró que “se aplicarán las medidas con energía, pues realmente no podemos permitir que personas por negligencia, haciendo una fiesta, o una actividad que no es de lo que está autorizado, genere una propagación de la epidemia lo cual tiene una penalidad y así tendrá que responderse por ello”.
Marrero Cruz acentuó que “si no logramos resolver todos estos problemas, en La Habana no quedará más remedio que pasar a la etapa anterior, que sería pasar del aislamiento físico que estamos pidiendo hoy al aislamiento social”.
El Primer Ministro expresó la confianza en la colaboración de la población. Reiteró que “en estos días se deben extremar las medidas para evitar que crezcan los casos positivos”.
En La Habana, donde han aumentado los casos de la COVID-19 en los últimos días, a partir de este sábado se extremarán las medidas de reforzamiento -algunas de ellas establecidas durante la fase epidémica- con el objetivo de cortar la transmisión y volver al ritmo que la capital había logrado alcanzar.
Al reflexionar acerca de la compleja situación epidemiológica que hoy enfrenta la provincia, el gobernador Reinaldo García Zapata explicó un conjunto de más de veinte acciones que se implementarán, de manera rigurosa, para evitar la continuidad ascendente de la cadena de contagios en el territorio habanero.
Durante la reunión del Grupo temporal de trabajo del Gobierno, donde también participó el Vicepresidente de la República Salvador Valdés Mesa, se aprobó además el retorno de la provincia de Artemisa a la fase 2 de la etapa de recuperación, con excepción de Bauta, municipio que cuando concluya la cuarentena en sus eventos de transmisión local, transitará nuevamente por la primera fase.
Al ofrecer una información actualizada acerca de la situación en la provincia, el gobernador Ricardo Concepción Rodríguez aseveró que existe estabilidad en los eventos abiertos en el centro urbano de Bauta y en el Consejo Popular Baracoa, al tiempo que se implementan con rigor las medidas de control establecidas para el evento activo en la Empresa de Construcción y Montaje, perteneciente a la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
Durante la jornada también se aprobó un Plan de medidas para la regulación del transporte en las cinco provincias del occidente cubano: La Habana, Artemisa, Pinar del Río, Mayabeque y Matanzas.
Entre las principales decisiones, está disminuir al mínimo imprescindible la movilidad entre las mencionadas provincias, así como entre estas y el resto del país; y establecer puntos de control combinados de la Policía Nacional Revolucionaria, Salud y Transporte en todos los accesos de estas provincias, durante las 24 horas, con el objetivo de reforzar la pesquisa y controlar la movilidad de entrada y salida de medios de transporte.
Se decidió, además, reforzar el control del cumplimiento de las medidas higiénico sanitarias, incluyendo el uso obligatorio del nasobuco en todos los medios de transporte, la pesquisa activa en la entrada y salida de todos los territorios, las limitaciones en la ocupación de la capacidad de los medios, así como la desinfección de los equipos e instalaciones de transporte.
El Plan adoptado por el Grupo temporal de trabajo del Gobierno establece limitar las rutas de los servicios locales de transporte de pasajeros de estas cinco provincias que rebasan los límites de sus respectivos territorios, tanto vía automotor como ferroviario, estatal y privado, según la coordinación que se establece entre los Consejos de Defensa.
Por otra parte, se suspenden los servicios interprovinciales de pasajeros entre esos territorios, así como de estos con el resto del país (Ómnibus nacionales, ferrocarriles, taxis y porteadores privados). Esto incluye los servicios estatales y los no estatales. Se exceptúan Matanzas y Mayabeque, las que mantendrán los servicios con el resto de Cuba, según lo acordado por sus respectivos Consejos de Defensa Provinciales. Se dispone, además, el reembolso del ciento por ciento para todos los pasajeros con boletos comprados que no podrán viajar.
Estas y otras medidas contenidas en el Plan aprobado para regular la transportación de personas entre las cinco provincias occidentales, se informarán a través de los medios locales de comunicación y se darán a conocer en el sitio web institucional del Ministerio de Transporte.
En medio del enfrentamiento a la epidemia Cuba extrema sus medidas de control, mientras las cifras referidas al impacto de la COVID-19 a nivel internacional son alarmantes: más de 10 millones de contagiados y más de 700 mil fallecidos.
Ciertamente, mientras científicos de varias partes del mundo siguen batallando por encontrar una vacuna que pueda contener esta pandemia; el único antídoto que tenemos hoy es la responsabilidad y la disciplina social, para salvar nuestras vidas, preservar la salud de nuestro pueblo y seguir construyendo Cuba.