viernes, noviembre 22El Sonido de la Comunidad

Los primeros tiempos del Paseo

Por muchos años, y hasta nuestros días, el Paseo de Cabaiguán reviste una especial atracción para los lugareños y otros transeúntes

Paseo

Por: Daisy Martín Ciriano (Museóloga)

Durante los primeros años después de su construcción, este espacio citadino resultó un punto de atracción en toda la comarca. Durante mucho tiempo desde las zonas aledañas, llegaban los campesinos con sus hijas o pequeños, para mostrarles la recién concluida obra semejante al Paseo del Prado de La Habana.

Los atardeceres sorprendían a muchas jóvenes charlando de modas y novedades, así como de algún que otro romance. En horario nocturno también podían repetir la visita, solo que acompañadas de una señora de edad y respeto. Por este tiempo solo se paseaba, aún los primeros bancos no se habían colocado en el lugar.

Aquella imagen de entonces difiere mucho de la actual, no solo por la fronda que presenta, sino también por las luminarias, el césped y las variedades de árboles, los que por entonces alternaban entre majaguas y pinos. ¡Y qué decir de las construcciones que lo circundaban! Altos portales con techos entejados, sostenidos por columnas de dura madera, donde la mayoría de las viviendas eran de tabloncillo. Un tendido eléctrico se extendía a todo lo largo de la avenida y aparecían varios solares vacíos a la espera de alguna construcción.

Esta vista panorámica solo se asemeja a la actual, si se observa con cuidado la construcción de la Iglesia Presbiteriana y el delineado del pavimento. Por lo demás nada está en pie, ni siquiera los árboles.

Actualmente este lugar, casi centenario, sigue teniendo una especial atracción para el visitante, especialmente para el habitante del poblado y más aún, para aquellos que viajan fuera de su terruño y desde donde se encuentran lo añoran y recuerdan con especial cariño.

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