sábado, enero 4El Sonido de la Comunidad

Programa para el Adelanto de la Mujer: Una prioridad en Cabaiguán

El Programa Nacional para el Adelanto de la Mujer contribuye a lograr cada vez más el empoderamiento de las féminas en la sociedad

mujer
El Programa para el Adelanto de la Mujer representa una política social de gran significación para nuestro país.

Por: Lillipsy Bello Cancio

El Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres sintetiza el sentir del Estado Cubano, de dar continuidad al avance y desarrollo de la igualdad de género en el país, institucionalizando este derecho: Cabaiguán, por supuesto, intenciona su materialización en un contexto signado por rezagos del pasado, sobre todo en algunas zonas rurales de la demarcación.        

Claro que en ninguna sociedad, por desarrollada que esta sea, la promulgación de una norma por sí sola, garantiza la solución inmediata o total de la problemática a la cual se refiere: precisa, eso sí de estrategias y acciones bien definidas, gente capaz y empeñada en hacerla realidad y condiciones materiales e ideológicas que la compulsen.

Justamente en ese camino anda el quehacer del Gobierno y las autoridades políticas de este pedazo de Cuba, empeñadas en superar las limitaciones propias de una herencia patriarcal que trasciende los siglos.

Pero, más allá de los números, el fenómeno se torna tan complejo como la realidad misma, porque algunas manifestaciones disfrazadas de un falso respaldo legal comienzan a surgir, tal y como la de solo aceptar en los negocios privados las muchachas jóvenes y de buena presencia, el irrespeto a sus propias garantías asistenciales ante un embarazo, la sub contratación de dicha fuerza laboral o la mercantilización de la imagen de la mujer en esos disfrutados y aplaudidos videos musicales donde se exhibe la la fémina apenas como un objeto sexual y otras muchas que no cabrían en estas pocas líneas. 

Las últimas seis décadas y media han significado para las mujeres en Cuba un incuestionable empoderamiento de sus capacidades y un reconocimiento legítimo a sus derechos. Ello no significa que todo está resuelto y podemos considerarnos el nompus ultra del desarrollo de las féminas: son muchas las que aún resisten en silencio la violencia de sus compañeros (no siempre física pero violencia al fin y al cabo), las que se sienten incapaces de ofrecer un criterio por aquello del temor a quedar en ridículo o las que se repliegan a las labores hogareñas «porque para eso es para lo único que sirven».

Por suerte para el género y para Cabaiguán son muchas las que militan en el bando de las protegidas, de las empoderadas, de que se saben de miel y de acero, de las que demuestran diariamente que son una revolución, dentro de la Revolución.  

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Hasta siempre Carlos Abreu López

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