Raquel Valdivia, excelente exponente de las diferentes manifestaciones del arte popular falleció en Cabaiguán a los 91 años de edad
Por: Aramis Fernández Valderas
Se marcha una voz, una mujer, una trabajadora, una madre extraordinaria. De carácter firme y accionar constante. Su voz fue de las primeras en surcar el éter en Cabaiguán cuando se funda la CMHP, La voz de Cabaiguán en 1947. Acompañada por el maestro Arturo Alonso y Chiquitico, lo mismo cantaba un punto guajiro, una ranchera mexicana, un bolero, un danzón o cualquier melodía que se le antojara, tenía un registro vocal envidiable, independientemente de nunca haber estudiado música.
Fue tan cabaiguanense como el mismísimo paseo, independientemente de haber nacido en el actual municipio de Jatibonico. La familia la trajo a Cabaiguán siendo muy chica, venían en busca de prosperidad.
Muchacha emprendedora, desde que tuvo posibilidad comenzó a trabajar junto a su mamá en una de las casas de la familia Crespo, oriunda de las Islas Canarias, quienes lograron gran aval económico y apoyaron a la joven para que hiciera algunos grados en la escuela.
Supo del despalillo y las escogidas, del comercio, fue una estilista a su manera, cargaba con un neceser hacia cualquier campo, realizaba desde pelados, hasta la limpieza de cutis, muchas veces a cambio de algo con que llenar la olla y dar alimento a sus hijos.
Al constituirse el Movimiento 26 de Julio en este municipio fue miembro activo de la organización y en 1957 se unió a la Huelga Nacional del 9 de Abril al ocultar a tres operadoras del centro telefónico en su propia casa a riesgo de su vida y del resto de la familia.
Como exponente de la cultura popular integró coros, grupos teatrales y peñas culturales de las más diversas manifestaciones, pero lo más que quería era la radio donde llegó a ser además de cantante, locutora y realizadora de sonidos.
Al surgir nuevamente una antena en el año 2004 en este poblado, le volvieron las fuerzas para revivir años de juventud, y desde el teléfono mantenía estrecha comunicación con el colectivo de la nueva Voz de Cabaiguán, hasta que su mente le respondió.
Coincidentemente con el primero de mayo, día que siempre celebró, vivió los últimos minutos Raquel Valdivia Campos, una mujer que lo intentó todo en su vida y triunfó, porque lo hizo como las grandes, a puro pulmón y a golpe de trabajo. Hoy tararea su última canción cuando por última vez transita por las calles de su lindo Cabaiguan.