Por: Alexey Mompeller Lorenzo
Luego de cerrarse el control de foco abierto en el hospital materno-infantil Wifredo Zayas Mendoza, la institución cabaiguanense retomó a partir de este lunes la mayoría de sus asistencias pero no descuida los protocolos sanitarios en un contexto epidemiológico amenazado por la COVID-19.
El doctor Ángel Luis Obregón Martínez, director del centro, aseguró a la radio que quedaron restablecidos los servicios aunque las operaciones continúan limitadas, excepto las urgencias.
“Mantenemos la misma planificación acordada cuando el territorio retrocedió a la fase de transmisión autóctona limitada donde se determinó que en cada área de salud potenciarían las consultas”, agregó la fuente.
Sin precisarse la reapertura total de las prestaciones por el alza de pacientes positivos, el facultativo dijo que ambos cuerpos de guardia así como las actividades de laboratorio, rayos X y ultrasonido reciben a la población en edad pediátrica y a las embarazadas.
Obregón Martínez añadió que el diagnóstico temprano de posibles casos de la enfermedad obedece al funcionamiento de la consulta de Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) permanente en el Wifredo Zayas Mendoza para la atención de estos grupos vulnerables.
“Aplicamos el test rápido de antígeno a las personas sintomáticas, algunas han sido positivas, y según el resultado con cada paciente se toma una conducta de forma individual”.
Gracias al cumplimiento de las normas de bioseguridad, además de la enfermera contagiada con el SARS-coV-2, ninguno de los contactos que permanecieron en aislamiento en el lugar se confirmó con el nuevo coronavirus.