Se aumentan los apiarios en la zona certificada de Pitajones, en Trinidad; en tanto, se identifican otros probables escenarios para esta producción como Lomas de Banao y la Sierra de Bamburanao
Luego de cinco años de experiencia en la producción de miel ecológica, la Apicultura en Sancti Spíritus sostiene la actividad y comienza a desplazar apiarios hacia áreas más intrincadas de la premontaña en la zona de Pitajones, en Trinidad, la única certificada en la provincia de los siete escenarios con posibilidades para incursionar en esta exigente actividad.
La proyección se conecta con el plan emprendido por la Empresa Agroforestal Sancti Spíritus para recuperar caminos, construir viviendas e incorporar familias en zonas despobladas de la serranía con vistas a favorecer el rescate de áreas forestales y otros programas agropecuarios; en tanto, el propósito ahora es expandir también la actividad apícola en aras de aprovechar las floraciones del bosque.
Amaury Santander Hernández, director de la Unidad Empresarial de Base Apícola Sancti Spíritus, explicó a Escambray que el aumento de la miel ecológica en la zona de Pitajones se basa en situar colmenas en áreas incluidas bajo la certificación de la Comisión Evaluadora Internacional con representación en Cuba y así aprovechar mejor las potencialidades del lugar. “De hecho, allí se produce miel convencional, pero ya le subimos el primer apiario para la transición hacia la miel ecológica”, expresó.
Comentó el directivo que en la llamada zona ecológica de Pitajones, la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Antonio Díaz Fleites —hasta ahora la única base productiva incluida en esta vertiente apícola— reporta el inventario de 490 colmenas y en el corriente año se proponen obtener 29.6 toneladas de miel ecológica. Además, señaló, la UBPC trabaja en el proceso de transición de 250 colmenas más en ese extenso escenario.
A partir de los caminos que recupera la Empresa Agroforestal y de acceder a las llamadas zonas de silencio, se ha iniciado el proceso de producción de mieles orgánicas; se estima que en un período de dos años los niveles productivos estén en el entorno de las 57 toneladas, detalló Santander Hernández.
Añadió que entre los requerimientos que deben cumplir las áreas certificadas para extraer miel ecológica y poder comercializarla con esas características figuran no tener agentes contaminantes por industrias o residuales, que sean mieles de una única floración y que el manejo de la dotación sea exquisito.
La miel orgánica es un renglón sujeto a exigentes requisitos, como cambiar los materiales de la colmena y contar con abejas reinas ecológicas; a la vez, en la actividad se miden otros parámetros como que las colmenas sean sanas y con hábitos de mansedumbre porque el manejo es diferente, dijo.
El directico expuso que, dada la alta exigencia técnica que requiere la colmena, existe un menor rendimiento en la miel ecológica con respecto a la convencional. “Se identifican otros probables escenarios para esta producción como Lomas de Banao, en Sancti Spíritus, zona que tiene cierta certificación; también la Sierra de Bamburanao, en Yaguajay, reúne posibilidades para este tipo de miel, muy demandada y con un valor en el mercado que triplica el de la convencional”, declaró la fuente.
Publicación Recomendada: