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Sancti Spíritus: Descosidos en la venta de uniformes

Desde este mes de agosto y hasta el 31 de diciembre se expenden los uniformes escolares correspondientes a los años iniciales de las enseñanzas Primaria, Secundaria, Preuniversitaria y Técnico y Profesional

Basta recorrer varias de las unidades comerciales de la provincia para topar de frente con un hecho en común a la largo y ancho de Sancti Spíritus: la venta deuniformes escolares.

Se expenden dos uniformes para preescolar, uno para quinto grado, y dos para séptimo, décimo y primer año de Enseñanza Técnica y Profesional, respectivamente.

Pero, a pesar que este proceso ha transcurrido de forma tranquila y sin aglomeraciones en los establecimientos, más de una inquietud desvela a las familias. En busca de esas y otras respuestas recurrentes en los mostradores, Escambray tocó las puertas del Grupo Empresarial de Comercio

¿Cómo se organizan los procesos de distribución de los uniformes en los municipios?

 “Este año se partió de los inventarios de años anteriores. Desde ahí, hicimos el pedido a la Empresa Universal de lo que necesitábamos”, aclaró José Ramírez Aguiar, director de Venta de Mercancías de la referida entidad.

Por ello, no se expenden dos uniformes a quienes comenzarán el quinto grado porque en el territorio no se disponía de inventario suficiente. Se prevé en los próximos meses vender el otro, tal y como está establecido.

Otra de las particularidades del esperado proceso que antecede cada inicio del curso escolar es que solo se realiza en seis municipios espirituanos.

“Yaguajay y Taguasco deben incorporarse los próximos días, pues los inventarios de esos territorios no eran suficientes para comenzar la venta. Taguasco sí ha podido expender a las enseñanzas Secundaria, Preuniversitario y Técnico y Profesional”, acotó la fuente.

Las direcciones municipales de Educación, como siempre sucede, también han tenido rol fundamental. “Este año —añadió Ramírez Aguiar— la venta ha sido atípica, pues no se utilizó el tradicional bono que entregaban las escuelas a los tutores para dirigirse a las unidades comerciales a adquirir los uniformes. Ha sido a través de listados”.

TROPIEZOS

No es novedad para Sancti Spíritus que la inexistencia de todas las tallas se robe el show. Resulta frecuente que las más pequeñas se agoten muy rápido y, por tanto, quedan pocas opciones para los demás.

Con respecto a esa problemática, el director de Venta de Mercancías del Grupo de Comercio de la provincia aclara que “se han vendido todas las tallas, pero a veces se hace muy difícil suplir la demanda, pues estos pedidos los hacemos un año antes guiándonos por datos históricos y la retroalimentación con la población”.

Escambray, en su recorrido por los centros comerciales, constató que los dependientes y encargados del proceso coinciden que la insuficiencia de las tallas más pequeñas resulta el principal problema que hoy afecta el proceso de venta de uniformes en Sancti Spíritus. Se agotaron prácticamente desde que salieron al mostrador.  

Otra preocupación de la población, de acuerdo con las opiniones captadas por Escambray en las unidades del Comercio de la ciudad del Yayabo, es si un día se podrá vender a los años continuantes, pues con anterioridad tampoco se expendió para esos grupos etarios;

sin olvidar que esta modalidad de venta contra listado ha traído algunos inconvenientes. No pocos nombres estaban ausentes de la relación, y los tutores debieron esperar a la autorización de las instituciones educativas para comprarlos, lo que ralentiza el proceso.

¿Se puede hablar de una solución a dichas problemáticas?

“Es importante —puntualiza Ramírez Aguiar— que las insatisfacciones del presente proceso sean tomadas en cuenta por los organismos pertinentes para el próximo curso escolar y así satisfacer las necesidades populares.

“Por ejemplo, la tela que se utiliza para confeccionar los uniformes es importada. Eso tiene que obligar a los encargados de pedir las tallas de los uniformes exigir por que no se confeccionen con un tamaño que de mirarlos a simple vista se sabe que un estudiante de esa enseñanza difícilmente pueda usarlo sin un previo arreglo”.

Para ello, urge estrechar vínculos con las familias de los estudiantes, a través de las instituciones educativas. Además, si se logra suplir las verdaderas necesidades, se optimizarán recursos. Eso equivale también a ahorrar materiales costosos para el país y, de esa forma, satisfacer las necesidades a los años continuantes.

Solo la presencia de uniformes de diferentes tallas y en correspondencia con los tamaños de quienes cursan las enseñanzas disminuirá la venta de los mismos en el mercado informal. Durante el recorrido de Escambray, más de una opinión alertó que no pocas familias de estudiantes continuantes han debido desembolsar significativas cifras de dinero para que sus hijos puedan iniciar el curso tal y como exige el reglamente escolar.

Aprender de los descosidos de la actual venta de uniformes permitirá que en el próximo proceso no se repitan. Comercio y Educación deberán estrechar lazos de trabajo para garantizar que los pedidos de las tallas se acerquen más a las realidades de los alumnos, así como que los listados de quienes tienen derecho a comprar estén completos en las unidades. Solo así, se vivirá esta etapa previa al curso escolar sin que genere un real dolor de cabeza en las familias.  

*Estudiante de Periodismo

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