Tras sobrepasar la etapa de recuperación y mantenimiento, la línea de arroz precocido pone a punto la tecnología para reiniciar la producción de un renglón exclusivo de Sancti Spíritus
La única planta de arroz precocido en Cuba, instalada décadas atrás en la Unidad Empresarial de Base (UEB) Molino Arrocero Ángel Montejo, en la periferia de la ciudad de Sancti Spíritus, está en plena fase de prueba y ajustes tecnológicos, luego de concluir importantes trabajos de reparación y mantenimiento que permitieron restablecer una línea productiva que estuvo paralizada durante varios años.
Humberto Gómez Valdivia, especialista y asesor en el molino Ángel Montejo, explicó a Escambray que la reactivación de la planta implicó acometer el rescate de la caldera, el tacho y los viales, así como realizar diversos montajes para recuperar equipos que estaban deteriorados; labores que demandaron la participación de fuerzas de los sectores de la construcción, azucarero, arrocero y de la Empresa de Calderas Alastor.
“Estamos en una fase de prueba, montando las secuencias para medir los tiempos de la cocción y buscar calidad en el arroz en correspondencia con las variedades que se van a utilizar para el precocido, que no son las mismas que se usaron anteriormente; la puesta en marcha hasta ahora es satisfactoria”, detalló Gómez Valdivia.
Precisó, además, que a la par de los ajustes tecnológicos se realiza la capacitación de los cerca de 20 trabajadores que operarán la línea, comoquiera que se trata de personal del molino cuya reubicación evita que quede disponible.
Según la fuente, la estrategia de explotación de la línea presupone trabajar las 24 horas para buscar ofertas que permitan responder a las demandas de comercialización en diversos mercados internos e, incluso, insertar el producto en la exportación como vía de captar ingresos para la adquisición de insumos y el propio desarrollo del sector.
La diferencia del precocido con el arroz consumo normal es que este tiene un proceso tecnológico de cocción y posteriormente de secado que permite incorporarle más nutrientes a ese grano. “En el proceso de pulido del arroz blanco normal casi todos los nutrientes se separan, no ocurre así en el precocido, que es un arroz saludable y utilizado para elaborar platos especiales”, añadió.
El especialista resaltó el trabajo de recuperación de la caldera, “que no consume diésel, pues para ello se emplea la biomasa que produce el descascarado del cereal en el molino, de manera que la planta puede ahorrar más de 100 toneladas de combustible en el año, lo que garantiza un nuevo surtido al mercado sin gastar petróleo; experiencia que puede extenderse al resto de la provincia y el país para el secado del arroz”, destacó.
El diseño productivo de la línea permite envasar el alimento en grandes y pequeños formatos, con una capacidad de 25 toneladas diarias; a la vez que en una segunda etapa la planta asimilaría la incorporación de nuevo equipamiento con vistas a mejorar la tecnología, la clasificación y secado del grano, y de situarse otro tacho, el rango de producción pudiera duplicarse, según Gómez Valdivia.
Tomado de Escambray.
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