Por Arelis García Acosta
Sancti Spíritus está a punto de dar una vuelta de página a la nueva normalidad; en modo alguno, queremos convertirnos en pájaro de mal agüero. Lo revelan, lamentablemente, las estadísticas.
La provincia dejó atrás la tasa de incidencia de 5 confirmados por 100 000 habitantes, que marca el límite entre la nueva normalidad y la tercera fase de la etapa de recuperación en el enfrentamiento a la COVID-19. Por segundo día, Sancti Spíritus reportó una tasa por encima de 10; específicamente, al cierre del 16 de enero esta se elevó a 11.8, cifra que ubicaría al territorio espirituano en la fase dos.
En lo adelante, todo depende de la tendencia que muestre el comportamiento de la enfermedad en la provincia, la cual, como el resto de Cuba, está bajo el microscopio del Grupo temporal del trabajo del gobierno cubano para la prevención y control de la pandemia.
En una mirada al país, hay dos estadísticas que cortan la respiración: la primera, los 650 casos positivos que trascendieron en el más reciente parte oficial emitido por el Ministerio de Salud Pública, número hasta ahora no acumulado por Cuba en una jornada desde el inicio de la pandemia. La segunda cifra: los ochos fallecidos que sumaron los reportes al cierre del viernes y sábado, dato que confirma la letalidad del SARS-CoV-2.
Pese a todo ello, no son pocos quienes siguen coqueteando con este coronavirus, al echar por la borda medidas tan elementales como el uso adecuado del nasobuco y el distanciamiento físico.
Para no andar por las ramas, habría que decir que el deterioro mostrado por Sancti Spíritus está relacionado con las fiestas desmedidas de fin de año y los viajes a otras provincias con situaciones epidemiológicas complicadas.
Se ha insistido y habrá que continuar haciéndolo en la indisciplina no de todos, pero sí de determinados viajeros internacionales, familiares y otras amistades para quienes los protocolos de bioseguridad han sido pasto del olvido. Sobre esa realidad no existe la menor pizca de duda. De los 23 controles de focos registrados por Sancti Spíritus este domingo, 20 estaban asociados a ciudadanos procedentes del exterior.
Los epidemiólogos, las autoridades sanitarias y el grupo temporal de trabajo para la prevención y control de la COVID-19 en la provincia llevan a punta de lápiz la tasa de incidencia de casos positivos. Una tendencia creciente en este indicador se evidencia en los municipios de Jatibonico, con 25.5, Sancti Spíritus con 19.6 y Fomento con 15.5 infectados por 100 000 habitantes. Dicha alza es hija legítima de los 39 contagiados reportados por la provincia la semana recién finalizada, una de las peores en la última etapa.
Si esas rachas de vientos siguen soplando así, Sancti Spíritus dará una vuelta de página a la nueva normalidad por la que transita la provincia desde el pasado 11 de diciembre, con excepción de Cabaiguán. Ojalá la noticia no nos llegue en una de las próximas emisiones del Noticiero Nacional de Televisión.