Como mismo se disparó el alza de casos positivos de la COVID-19 en Cabaiguán, igual panorama exhibe el municipio en el consumo energético sobregirado durante la primera quincena del presente mes, principalmente en los sectores residencial y privado, tendencia que continúa en ascenso y ante la cual se necesita del ahorro y la conciencia de nuestro pueblo.
Odalis Hernández Martín, reguladora de carga de la Oficina para el Uso Racional de la Energía, detalló que el plan diario en el pico del mediodía es de 15, 1 megawatts (MW) mientras el de la noche se fijó en 17, 9 MW y la localidad no ha logrado enmarcarse en ninguna jornada de la actual etapa.
“De 4 768, 9 MW que tenemos, los cálculos reales indican casi 700 MW por encima para un incumplimiento del 12 por ciento”, dijo la fuente.
Las cifras alarman en medio de un escenario epidemiológico complejo y aunque la solución para evitar más contagios consiste en permanecer en casa, el país hace un llamado al ahorro ante el derroche de electricidad.
Solo en Cabaiguán, en el período de abril mencionado, este despilfarro equivale a más de 155 toneladas de diésel superiores a las previstas lo que representan una inyección monetaria que excede los 107 mil 900 dólares.
Al implementarse desde marzo pasado las medidas iniciales para contrarrestar el nuevo coronavirus, los metrocontadores del territorio ardían por los megawatts gastados.
“Responsabilidad de la rama privada que comprende algunos servicios, entre ellos, las bases agrarias y establecimientos por cuenta propia. En ese sentido golpea con fuerza el bombeo de agua para contribuir al regadío de los cultivos dada la intensa sequía”, declaró Hernández Martín.
Centros altos consumidores de la rama estatal también contravienen lo dispuesto. A propósito continúan realizándose las inspecciones para detectar deficiencias en los horarios pico del día y la noche.
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