Hatico, batey perteneciente al Consejo Popular Neiva, es el más reciente blanco del nuevo coronavirus que amenaza esa zona rural y otras similares del municipio
Por: Alexey Mompeller Lorenzo
Una visita indeseada llegó a Hatico, la COVID-19 aprovechó el mínimo descuido para acorralar este batey, ahora diana de la enfermedad al sumar cuatro positivos, y así la pandemia abarca otros espacios del ámbito rural de Cabaiguán.
De los cinco diagnósticos autóctonos notificados por el Ministerio de Salud Pública en su parte oficial al cierre del lunes, tres se vinculan a esa comunidad del Consejo Popular Neiva y uno es un adolescente, con el que se acumulan 72 menores de edad confirmados en el territorio con el SARS-CoV-2 de marzo de 2020 a la fecha.
Las personas infectadas, todas asintomáticas, mantuvieron vínculos con el caso índice detectado en la zona, lugareño que sí experimentó indicios clínicos de la enfermedad y quien declaró 17 contactos, precisa la doctora Mayte Lemas Suero del departamento de Vigilancia en la Dirección Municipal de Salud Pública.
A propósito se ejecuta un estudio poblacional en el caserío de este asentamiento rural, donde residen alrededor de 60 moradores para descartar posibles brotes, señaló Jesús Paz Álvarez presidente de dicho Consejo Popular.
La especialista en Higiene y Epidemiología agregó que los otros dos pacientes pertenecen a la urbe cabecera con una alta dispersión de casos y controles de focos abiertos, un total de 25 activos en la geografía cabaiguanense y que comprometen las respectivas áreas de salud.
Con una tasa de incidencia de 79, 37 por 100 000 habitantes en los últimos quince días, la curva de contagios se mantiene en meseta pero una subida puede suceder con tantos riesgos latentes que han hecho al nuevo coronavirus plantarse en múltiples sitios alejados de la demarcación; además de Hatico, La Aurora, Jíquima de Peláez, Santa Lucía, Manaquita, Vega del Paso y Minas Abajo cargan en la actualidad con la cruz de la COVID-19.
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