Por: Alexey Mompeller Lorenzo
Marzo parece interminable en Cabaiguán ante un panorama epidemiológico marcado por 41 casos positivos a la COVID-19 durante la primera quincena del mes y si bien los contagios se empinan, poco más de un centenar de pacientes se encuentran en vigilancia en centros de aislamiento lo cual corrobora el retroceso sanitario.
La doctora Yordanka Gómez Siles, directora de Salud Pública en el municipio, refirió que 96 personas ingresadas en la escuela especial Julio Antonio Mella, el campismo Arroyo Lajas y el centro mixto Beremundo Paz permanecen en esas instalaciones por considerarse contactos directos de cabaiguanenses confirmados con la enfermedad; por su parte la Estación Provincial para la Investigación de la Caña de Azúcar acoge a 7 sospechosos.
Pese a los esfuerzos que realiza el país para garantizar la atención médica a los posibles contagiados, se ha convertido en tendencia la negación de algunos en el momento de ingresar a estos espacios de aislamiento, reconoció la funcionaria.
Tal conducta posibilita la transmisión del nuevo coronavirus disperso por las tres áreas de salud y aunque el Decreto Ley 31 condena las violaciones a los protocolos de bioseguridad con multas que oscilan entre 2000 y 3000 mil pesos, según estadísticas de la Unidad Municipal de Higiene y Epidemiología solo consta en su talonario una infracción impuesta hace unas horas.
Con manos de seda no pueden asumirse posturas negligentes que dieron pie a una tasa de incidencia situada en 63, 81 por 100 000 habitantes, una de las más bajas de la provincia, pero que mantiene en vilo al territorio.
