El evento de transmisión comunitaria declarado en Jíquima de Peláez, con réplicas en otros asentamientos jiquimeños, reportó al cierre de ayer 19 casos
Por: Alexey Mompeller Lorenzo
Jíquima de Peláez se considera hoy el epicentro de la COVID-19 en Cabaiguán, una transmisión autóctona que compromete casi la totalidad de las circunscripciones de ese asentamiento y de los 33 casos positivos registrados en el municipio al cierre del 1 de octubre, más de la mitad corresponden a dicho entorno rural.
Mireida Hernández Rodríguez, presidenta del Consejo Popular, contagios en ascenso a partir de un evento comunitario abierto que en la jornada inicial de este mes aportó 19 nuevos enfermos para un acumulado de 169.
“El nivel de infestación, aunque resulta notorio en colectivos laborales y viviendas identificados en la cabecera de Jíquima, se extiende a Las Minas, Los Tramajos, Remate, Cuatro Caminos y El Saltadero”, añadió.
El primer diagnóstico de la pandemia registrado en Cabaiguán en marzo de 2020 se originó en esta demarcación al notificarse un jiquimeño procedente del exterior y en la actualidad más de 3000 residentes en la zona experimentan otra vez la incertidumbre causada por el patógeno.
La representante del poder gubernamental allí señaló que pese a las restricciones de movilidad y el refuerzo de demás medidas sanitarias, persiste la indisciplina social generadora del alza de pacientes en su mayoría sintomáticos.
“Los positivos permanecían en vigilancia domiciliaria y le acercaban los recursos para su alimentación pero al incumplir el protocolo, se decidió ingresarlos en los centros de aislamiento”.
En medio de la crisis epidemiológica llegan dosis de esperanza al continuar la campaña de vacunación masiva contra el SARS-CoV-2 para prevenir el incremento de casos.
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