Por: Lillipsy Bello Cancio
Otra vez es Primero de Enero… otra vez celebramos los cubanos una Revolución que nos devolvió la dignidad… otra vez celebramos la noticia de aquel amanecer de 1959 con la huida del dictador: dos años y 13 días habían transcurrido desde que Fidel, con solo siete fusiles y 12 hombres reiniciara la lucha armada en las montañas de la Sierra Maestra y el ejército de la tiranía había sido derrotado… y todavía hoy, 62 años después los cubanos celebramos.
Intentos de golpes de estado, amenazas, atentados, bloqueos, restricciones, injusticias: de casi todo lo humano y divino, como diría mi abuela, hemos tenido que enfrentar los cubanos estas poco más de seis décadas… ¡y es que los de esta Isla bella nos hemos acostumbrado a vivir en crisis, a sortear crisis, a vencer crisis!
“De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento”, sentenció el Apóstol y a eso nos hemos dedicado los últimos 62 años: ¿qué es ahora más compleja?, ¿qué a veces no puedes definir quién es el enemigo?, ¿qué los mensajes son mucho más subliminales, y por ende, más peligrosos?, ¿qué la crisis de valores facilita todo lo anteriormente aquí señalado?
Es cierto, pero ¿quién nos sabe que a nosotros, los cubanos, mientras más difícil, más nos gusta?, ¿quién ha dicho que algo es capaz de amilanar a un hijo de esta tierra rebelde e irredenta?, ¿quién se atreve a subestimar la estirpe mambisa que nos llevó a la Sierra, nos acompañó a Santiago, nos trajo a La Habana y nos tiene aquí: firmes, convencidos, seguros?
Cuentan los que lo vivieron, que muy tarde en la noche de ese primer día de enero del 59, miles de personas se congregaron en el Parque Céspedes. Desde el balcón del Ayuntamiento santiaguero, el máximo líder de la Revolución expresó: “¡Al fin hemos llegado a Santiago! Duro y largo ha sido el camino, pero hemos llegado. […] La Revolución empieza ahora, la Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros, sobre todo en esta etapa inicial. Para que se sepa que este va a ser un gobierno sólidamente respaldado por el pueblo, en la ciudad heroica y en las estribaciones de la Sierra Maestra… en Santiago de Cuba y en la Sierra Maestra, tendrá la Revolución sus dos mejores fortalezas.
A 62 años, ese mismo hombre nos sigue convocando, y somos miles, millones, los que continuamos construyendo, soñando, levantando un país: período especial, coyuntura, crisis económica, soluciones emergentes, situaciones difíciles… nada de eso nos amedrenta…
Y es que… otra vez es Primero de Enero… otra vez celebramos los cubanos una Revolución que nos devolvió la dignidad… otra vez celebramos la noticia de aquel amanecer de 1959 con la huida del dictador: dos años y 13 días habían transcurrido desde que Fidel, con solo siete fusiles y 12 hombres reiniciara la lucha armada en las montañas de la Sierra Maestra y el ejército de la tiranía había sido derrotado… y todavía hoy, 62 años después los cubanos celebramos.