La sucursal Artex en Sancti Spíritus abona su misión de promover y comercializar la cultura cubana y provincial afincada en la rentabilidad
No es el producto cultural una oferta de primera necesidad, pero sí un surtido que lleva un sello estético, y recibirlo desde cualquier formato alimenta los sabores de la espiritualidad. Tal vez ese basamento sea uno de los resortes invisibles que motiva a clientes de disímiles latitudes a distinguir auténticas propuestas de cubanía que traspasan los códigos de la mera comercialización para complacer gustos de la personalidad.
Con más de dos décadas de posicionamiento en la vida pública de la provincia, la sucursal Artex en Sancti Spíritus se ha enraizado como la principal promotora y comercializadora del arte nacional y local, bajo la pauta de convertir la cultura en un producto rentable, separado de la banalidad y donde sobreviva la coherencia entre difusión artística y eficiencia económica.
Desde su creación, bajo una denominación que no guarda total relación con las siglas —Empresa de Promociones Artísticas y Literarias—, Artex no ha hecho más que beber de las potencialidades del país y del territorio para ensanchar su infraestructura e inventario de propuestas sabiéndose entre los principales agentes socializadores de la cultura de cara a los visitantes nacionales y foráneos.
FUSIÓN CULTURA-ECONOMÍA
Más que difundir la música local, detenerse en el mismísimo Palenque de los Congos Reales o deleitarse frente al catálogo de Arte en Casa, la identidad de Artex rebasó las fronteras de los 28 bazares y siete centros culturales que aglutina para fusionar una operación comercial que coloca el cliente, la economía y el recurso humano en el centro de la gestión.
Marbelis Zayas Castillo, gerente comercial, detalló que la Sucursal, con su dirección asentada en Trinidad a tono con la prominencia de ese polo turístico, recibe variados surtidos de proveedores nacionales y del entorno local; sobre la línea Arte en Casa recae una identidad singular, toda vez que ha devenido reservorio de las artes plásticas y clasifica entre las ofertas más buscadas por los clientes o, dicho en el argot comercial, el producto estrella.
A la vista pública Artex ha ido de menos a más, de ahí que sin perder el perfil comercial y de captación de ingresos para el propio desarrollo del sector cultural, sus bazares son genuinas galerías del arte cubano, “pues sin ser mayoritariamente artículos de primera necesidad, sí son productos utilitarios para las casas, además tienen calidad, de ahí la aceptación del cliente”, señaló Tamara Franco Magdaleno, gerente de imagen y desarrollo.
No estamos frente a un comercio perfecto, pero al pie de los bazares, donde predomina la modalidad del autoservicio, se respira un trato más personalizado si le compara con las grandes shopings.
“Existe una atención diferenciada por parte de directivos y trabajadores a todo lo que tiene que ver con la calidad y lo evaluamos prácticamente a diario a nivel de unidad y de las dependientas; para nosotros calidad en el servicio es la descripción de un producto, si le vendo un cuadro de un artista, esa operación incluye la explicación de qué obra es, quién es el autor, cuál es la temática de sus pinturas, ese valor agregado, más el trato al cliente, es el complemento específico de la calidad en las instalaciones”, subrayó Félix Pérez Zúñiga, gerente general de Artex.
CAPACITACIÓN Y ESTABILIDAD
Con presencia en los ocho municipios y una plantilla que rebasa los 200 trabajadores, más de la mitad mujeres, la sucursal Artex sustenta buena parte de su promoción y venta en la estabilidad del recurso humano y también en la capacitación, esta última una arista indispensable para dominar la expresión cultural que encierra en sí cada producto o artículo.
Detrás de las ofertas y los surtidos, en el colectivo despunta el sentido de pertenencia, un celoso trabajo comercial, de economía y control, donde lo mismo se exige calidad en el servicio, conocimientos, gestión de venta y coherencia en la propuesta del centro cultural; que se consolida la Agencia de viajes Paradiso y sus clases de bailes cubanos al turista extranjero, a la vez que la entidad distingue en el cumplimiento de los planes de ingresos por concepto de ventas y ofertas recreativas en las unidades culturales, en tanto potencia nuevos resortes para perfeccionar y diversificar los servicios.
Más allá de merecer la Condición de Vanguardia Nacional del Sindicato de Trabajadores de la Cultura por varios años consecutivos, categoría que valida el resultado económico de la empresa y, de ubicarse como la tercera entidad de su tipo a nivel de país que más ingresos aporta, hacia el interior de las unidades funciona un común denominador: “Artex enamora, comercializamos productos casi únicos, eso se disfruta por el cliente, también por los trabajadores, puede ser esa la clave que motiva al colectivo”, expresó Marbelis Zayas.