El desmochador va quedando como reliquia
La proeza de un hombre de campo se puede medir de
diferentes maneras, según la actividad que practique. Existen diferentes
labores en las que tiene que crecerse y presentar, como se dice, el corazón en
el medio del pecho. Entre muchas de esas labores podemos recordar las domas de
caballos cerreros y de toros, para convertirlos en bueyes para la labranza de
tierras, castrar colmenas de abejas y entre otras la acción de recoger el palmiche de las
palmas reales. En esta labor siempre se has destacado algunos campesinos, pero
no muchos. En la actualidad, si acaso quedara algún que otro desmochador. Subir
por el tronco de la palmera es muy riesgoso y requiere de experiencia y valor,
además de los engarces de soga conocidos como trepaderas, con los que pueden subir
o descender.
El peque...