Al cantío de un gallo
Allí, al cantío de un gallo. Esa expresión, muy conocida en nuestro país, tiene sus orígenes en las sitierías donde estas aves abundan y pasan la noche dando la hora o notando su presencia.
Por: Daisy Martín Ciriano (Museóloga)
Cierto es que en cada vivienda campesina se tienen aves de corral, entre ellas las gallinas con sus respectiva pareja, el gallo. Pero si de este garboso plumífero se habla, hay que decir que su canto recorre largas distancia y tal parece que está al lado de la propia cama. Y así transcurren las noches hasta que el durmiente se acostumbra y ni siquiera escucha el primer canto.
Sobre esta jornada nocturna, muchos aseguran que se pasa la noche cantando, pero no es así. Sus primeros cantíos comienzan alrededor de las 11 de la noche, y a esa misma hora...