Soy de donde el verde es
José Miguel Fernández Nápoles (Tomado de su muro de Facebook)
Nunca supe si la sombra de los árboles de Cuba, es más fresca que otras sombras o será porque el calor del Caribe se cuela por los huecos del sombrero de Yarey y te achicharra las entendederas hasta dejarte mareado.
La cosa es que debajo de una guásima, con un porrón de agua fresca, después de desyerbar los sembrados de tabaco, uno pensaba haber llegado al paraíso.
Y aquel mundo de cosas sencillas, de momentos con aroma de café y el taburete recostado a la pared sobre las patas traseras, una conversación intrascendente, como quien no necesita llevar razón en nada, porque la única razón la lleva la tierra y la brisa que hace crujir las caña bravas del río, es el mundo más feliz cuando vuelves a los recuerdos.
Y el sol...