Cabaiguán el pueblo de los Verracos
El rugido de los Verracos, pone en alerta al maquinista, hala la soga para que el vapor salga disfrazado en pitazo, el conductor, orienta a los viajeros.
Por: Aramis Fernández Valderas
-¡Señores pasajeros nos aproximamos al Pueblo de los Verracos!.
La historia paso a ser cotidiana, el embarcadero de cerdos, daba un mote a los cabaiguanenses un tanto incómodo, a pesar de que ya es tan natural, como decirles cangrejeros a los caibarienenses.
Cuando aquello, no había terminal de trenes, solo un maltrecho anden a ras de la tierra y un techo de guano, para que los transeúntes, tomaran un poco de sombra mientras esperaban a las máquinas de vapor para trasladarse de un sitio a otro.
Con el pasar del tiempo, cambió la imagen, surge el denominado paradero, desaparecen los cerdos ...