Tomás Pérez Castro, es uno de los maestros más ilustres de Cabaiguán y su nombre es conocido por todos sus ciudadanos, pues una de las escuelas de más larga tradición en el Municipio lleva merecidamente el nombre de este educador. También lo tiene la más antigua calle del pueblo, la Santa Cruz, que después de su muerte los vecinos y maestros reconocieron con su nombre.
Por: Daisy Martín Ciriano (Licenciada en Historia)
Tomás, nació en Sancti Spíritus aproximadamente por el año 1869 o el 1870. Muy joven quedó huérfano y su cuidado y educación quedaron a cargo de un tío de apellido Pérez Luna. En plena juventud, contrajo matrimonio y se trasladó definitivamente para la calle Santa Cruz No.110, en Cabaiguán.
Al pasar los años, y con el surgimiento de las escuelas públicas, Tomás había recibido una sólida educación y fue designado como maestro en una zona rural, pero en 1912, trabajó en la zona urbana de Cabaiguán como sustituto de Don Laudelino Arias Segrera. Esa escuela estaba ubicada en la antigua avenida de Placetas, hoy doble vía Camilo Cienfuegos. Su trabajo allí fue destacado y mereció el nombramiento como Director de la mencionada escuela en enseñanza primaria.
Trabajó en las reformas y traslado del local para mejorar la escuela hasta convertirla en Escuela Intermedia, lugar donde hoy se encuentra el Almacén de Acopio.
Después de su muerte pasa a ser la sede, en los años 1950, de la Escuela Pública Superior o Escuela Intermedia, dirigida por Fita Reyes y a la que acudían aquellas personas que no tenían presupuesto para ingresar a los colegios privados saliendo estos con sexto grado. Ésta al triunfar la Revolución deja de funcionar como escuela pues no tenía la calidad constructiva exigida para poder brindar una mejor formación educacional. Surgen más tarde las escuelas Secundarias Básicas.
La muerte del insigne educador de Cabaiguán, ocurre el día 11 de enero de 1945. Posterior a la fecha el consejo de padres y educadores al trasladar la escuela para el local que ocupa en la actualidad, solicitaron y propusieron al Consejo de Educación Nacional que se le pusiera el nombre de Tomás Pérez Castro, petición que fue aceptada.
En la obra de Don Tomás Pérez Castro resalta su enseñanza patriótica, su esmero en inculcar los preceptos martianos, su sencillez y amor a los niños, sin distinción de raza ni de riqueza. Hoy aún perdura como símbolo de la educación en Cabaiguán durante la primera mitad del siglo XX.
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