La campaña 2023-2024 cerró en Sancti Spíritus su etapa de siembra con el 49 por ciento del área prevista, descenso localizado en la modalidad sol en palo, puesto que muchos productores no plantaron debido a la baja rentabilidad del tabaco
El tabaco en Sancti Spíritus vuelve a recortar su tradicional renombre y el nuevo descenso experimentado en la vega compromete, incluso, ese apellido de segundo territorio más productor del país, después de Pinar del Río.
Tal valoración está ensartada con el comportamiento que exhibe la campaña 2023-2024, que cerró en la provincia la etapa de siembra con el 49 por ciento del área prevista, descenso concentrado en la modalidad sol en palo, asociado, primero, a los contratiempos del combustible para la preparación de tierra y, después, a que muchos productores no plantaron porque no resulta rentable el cultivo.
En declaraciones a la prensa, Isidro Hernández Toledo, director agrícola de la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco Sancti Spíritus, informó que —hasta febrero—, de un plan de 1 600 hectáreas, se plantaron 776. De esa área, 290 hectáreas corresponden a tabaco tapado, 30 más de las previstas, mientras que en la modalidad tabaco sol en palo, de 1 340 hectáreas inscritas, se sembraron solo 486, detalló el directivo.
Tal descenso va a repercutir negativamente en los resultados finales de la campaña, acotó Hernández Toledo. Este recorte de la siembra no ocurre ahora, sino que tiene su antesala en la contienda anterior y en la misma modalidad sol palo por los mismos motivos. “Eso derivó en que un alto número de productores no sembraran tabaco”, subrayó la propia fuente.
Actualmente los vegueros mantienen atenciones a los campos según las distintas fases del cultivo, a la vez que la campaña transita por el proceso de recolección de la hoja; hasta la fecha se reportan casi 621 000 cujes de tabaco, el 80 por ciento de lo previsto en la etapa.
Un foco de atención en esta fase de la campaña —declaró Hernández Toledo— se concentra en la atención a la capadura, para la cual disponen de fertilizantes, plaguicidas y otros recursos necesarios en la atención a esa segunda fase de la vega. “Obtener capadura resulta un camino esencial para elevar el rendimiento agrícola”, enfatizó.
A todas luces, los incentivos introducidos por el Grupo Tabacuba al inicio de la campaña para estimular la siembra en la modalidad sol en palo no rindió los frutos esperados. “Muchos productores no vieron eso como algo estimulante y dejaron de sembrar; todavía no ha comenzado el proceso de contratación de la siguiente campaña porque se está a la espera de un incremento económico para ese cultivo, que será informado y esperamos que se vuelva a recuperar la producción tabacalera en la provincia, específicamente esa modalidad”, destacó el directivo.
En cuento al tabaco tapado, con un comportamiento diferente, la fuente detalló que se planificó un aporte de 315 toneladas, que existen reales posibilidades de llegar a ese nivel de acopio y aportar los niveles de capa previstos.
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