Por: Ramón Osbel Díaz Mondeja
Un grupo de jóvenes prestan su colaboración de forma voluntaria en la llamada zona roja de Cabaiguán, precisamente en un centro de confinamiento para personas declaradas como contactos directos de casos positivos al Covid-19.
Cumpliendo todas las medidas de bioseguridad establecidas para este tipo de padecimiento, en el centro mixto educacional Beremundo Paz, radicado geográficamente en el poblado de Neiva, ejecutan varias de las tareas profilácticas y de atención al casi medio centenar de personas que esperan por los resultados de exámenes del PCR en tiempo real a fin de conocer su estado de salud definitivo.
Los jóvenes en unión con los trabajadores de la salud y los servicios del plantel andan con ojo visor ante cualquier síntoma de los sospechosos y aseguran la alimentación diaria así lo asegura Ranyer Plascencia Darías con 21 años de edad, maestro de 5to grado de la escuela primaria Camilo Cienfuegos de Cabaiguán.
Junto al docente también comparten tareas, Eduardo Javier Crespo Martínez de 27 años de edad, informático de la Escuela Primaria Noel Sancho Valladares, Héctor Cuellar Rodríguez de 29, maestro primario de la Escuela Rural Mártires de Girón en Sabanilla y Sander Montes de Oca con 33 abriles, informático del Instituto Preuniversitario Urbano Nieves Morejón, entre otros.