Yumari González Valdivieso, multi medallista en eventos ciclísticos de todo tipo, es la única mujer olímpica en la historia del movimiento deportivo en Cabaiguán
Por Osbel Ramón Díaz Mondeja
Este domingo Yumari González Valdivieso subirá nuevamente al podio; pero esta vez a celebrar sus 42 años de vida.
La guajira universal, conocida como «La rápida de Neiva» por sus resultados en el ciclismo cubano, nunca olvida los orígenes a pesar de tanta gloria alcanzada. Los guayabales de la campana (Zona geográfica de Neiva) donde ayudaba al papá, el tractor que gustaba montar junto a él y las maldades cuando le «robaba» la bicicleta al progenitor para entre caídas y perseverancia dominar el medio que la llevo a la gloria.
Multimedallista en eventos ciclísticos de todo tipo, es la única mujer olímpica en la historia del movimiento deportivo en Cabaiguán.
Aún recuerda con alegría cuando resultó electa la mejor atleta femenina de Cuba en el año 2009 y la tarde de octubre de 2011 cuando obtuvo la condición «Hija ilustre de Cabaiguán» de parte de la Asamblea Municipal.
A sus 42 años de edad Yumari es madre de dos hijos y continúa aferrada a la bicicleta ayudando con su experiencia a las jóvenes figuras.
En vísperas del cumpleaños comparto aquella anécdota que me contara a su regreso (2007) como campeona del mundo y demuestra la admiración que despierta su presencia.
La ciudad española de Palma de Mallorca fue la sede del evento y el gerente del hotel donde se hospedaban entabló una cordial amistad con todas las atletas participantes de cada país. Yumari despertó la curiosidad del empresario por la forma pausada que tiene la cubana para realizar todas las actividades fuera del ciclismo, incluyendo cierta paciencia para comer.
Por tal observación el empresario comentó según su análisis ocular que la representante de la delegación cubana no estaba acta para una competición a ese nivel por la parsimonia de sus gestos.
Llegó el día señalado para la final y Yumari de regreso al hotel lo hizo con la alegría de sentirse la campeona mundial. Fue entonces cuando el propio gerente acudió a su encuentro y le expresó entre la admiración y sorpresa.
¡Usted lo hará todo con lentitud; pero lo que es darle a los pedales lo hace con el corazón!
